Capítulo 23: Semanas

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Primera semana en Sakaar.

No fue tan fácil para ninguno de los dos. Tuvimos un par de peleas como también nos animábamos el uno al otro. Las peleas comúnmente era porque Loki regresaba muy borracho por la noche, en un estado... poco digno de un príncipe.

Loki por las noches, mientras dormía, pesadillas se reflejaban en él. En cada noche nombraba los mismos nombres: Thor, Hela, Odin... y _______, el mío. Se despertaba a mitad de noche aún aturdido sobre el secreto más oscuro escondido por Odín, a penas el pobre podía con Thor, no se imaginaría que tendría que lidiar con otra irritante hermana, deberás que detestaba los problemas familiares.

A veces por las noches lo veía parado detrás del ventanal contemplando Sakaar, ninguna sola vez me animé a decirle algo, necesitaba su espacio, y sé que él comprendía aquello. De todas formas, él también respetó el mío, lo de contraer poderes no era lo mío en lo absoluto. Aún así, pasaron días y lo veía a él, a su otro él, su versión pequeña, en mis sueños. Aunque, una sola vez... no soñé con él, más bien... con Odin, y la conversación fue algo... raro.

El recuerdo de aquella única noche sigue grabado en mi mente. No fue una noche más en Sakaar, porque fue la primera vez en mucho tiempo que no soñé con el infantil Loki. En su lugar, apareció Odín, su figura imponente y severa, pero diferente de lo que esperaba: no era el rey arrogante que siempre había conocido en las historias, sino un hombre viejo y cansado, con una mirada llena de secretos y arrepentimientos.

*** (Flashback a la conversación con Odín en el sueño)

— ¿Qué haces aquí? —le pregunté, mi voz resonando en el vacío etéreo del sueño. Odín no llevaba su armadura de rey, sino una túnica simple, casi como un anciano errante.

El lugar era como si estuviéramos en Asgard, pero a lo lejos del castillo y del pueblo, era la moderna, la que Thor con admiración y orgullo me había presentado. La pradera era dulce con aquellos enormes árboles detrás nuestro.

— No soy yo quien está aquí por voluntad propia —respondió, su tono enigmático, mientras su único ojo se posaba en mí—. Eres tú la que ha cruzado la frontera de los sueños. Aquí no hay mentiras, ni engaños, solo verdades ocultas en las sombras. Tu eres la que interrumpe mi ciclo de muerte.

Me quedé en silencio, esperando que continuara, pero él me estudió detenidamente, como si estuviera buscando algo en mi rostro.

— Has llegado a un punto en el que no puedes dar marcha atrás —dijo Odín finalmente—. El poder que intentas comprender, el que corre por tus venas... no es un regalo, sino una responsabilidad. Ya no eres simplemente una viajera entre mundos, eres una guardiana de secretos que ni yo podría desentrañar.

Sus palabras me dejaron helada. No sabía si estaba intentando advertirme o manipularme, pero había algo en su tono que no parecía una amenaza. Parecía... pacífico.

— Entonces, ¿qué es lo que quieres que haga con él? —le pregunté, sintiendo la presión de su mirada, el peso de todo lo que no se decía entre nosotros.

Odín soltó un suspiro y sus labios se torcieron en una amarga sonrisa.

— No es lo que quiero que hagas, es sobre lo que tú quieres hacer. Todo lo que puedo decirte es que, cuando llegue el momento, debes elegir con el corazón y no con la cabeza. Los secretos del multiverso no son para los que buscan poder, sino para los que están dispuestos a sacrificarlo todo por la verdad.

— El pequeño Loki del nexo en mis sueños, me dijo que... que yo llegaría a lastimar, no quiero lastimar a nadie.

— Es porque ese Loki no es el Loki que tú conoces ahora, es por eso que te amenazo con aquel verso. Es como te dije desde el primer momento en que pisaste la tierra de mi pueblo, lograste lo que muchos no pudieron, lograste cambiar su corazón. Aún así, antes de ti, era consumido por la oscuridad, a pesar de tan corta edad, siempre la maldad lo acechaba para atrás y lo abrazaba como un hermano. Pero hay algo que no puedes olvidar: él eligió cambiar por ti, no porque estuviera destinado a hacerlo, sino porque así lo quiso.

Only Want | Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora