Una chica de otra dimensión, sin una explicación científica, cruza al mundo de Marvel, del cual era tan fanática. Conociendo los desastres de este universo, decide intervenir para tratar de cambiar el curso de los eventos.
A medida que intenta alter...
Oía como la brisa del viento era lenta y a su vez contenía un sonido angelical, el cual dejaba que el paso verde dejará fluir con facilidad, moviéndose en una tierna danza suave.
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Las hojas del árbol donde estaba apoyada, ayudaban a esa brisa para que fuera más placentera, recorriendo paz en mi interior. Observe mi cuerpo, el cual era pequeño, vistiendo un largo vestido de época, pareciera como si fuera sacada de la serie de Bridgerton. De pronto, a lo lejos veo un niño acercarse velozmente hacia mi, padeciendo de una emoción contagiosa.
— ¡Estás aquí! ¡No puedo creerlo! —exclamó el niño con una voz aguda.
El niño tenía un cabello largo con un tono oscuro y su contextura era sedosa, unos cachetes hermosos, labios tan pequeños pero un poco carnosos, su piel totalmente pálida, sus ojos resplandecientes como esmeralda, con un toque de brillos que lo hacían aún más lindos de lo que ya eran. Sus pasos pequeños y ligeros resonando en la suave hierba. Era Loki, no había duda alguna.
— ¡Estás aquí! —repitió chillante el niño con una sonrisa radiante—. ¡Pensé que nunca te podría encontrar!
¿Cómo era posible que estuviera viendo a una versión pequeña de Loki? Sé que estoy soñando, pero el realismo de esta, era espeluznante. Sentía el calor del sol, la suavidad de la brisa, y la inocencia pura en los ojos de Loki. El niño se sentó al lado mío, apoyándose también sobre el árbol que estaba atrás nuestro, tapándonos con su sombra.
— Eres Loki, ¿cierto? —no podía evitar sonreír ante la energía contagiosa del pequeño.
— No hagas como si no me conocieras, princesa de Midgard —la dulzura en su voz infantil contrastaba con la picardía que brillaba en sus ojos—. Padre ha dicho que cuando seamos grandes te casaras conmigo, ya que estamos destinados a estar juntos, en esta y otras vidas.
— ¿"Otras vidas"? —pregunté curiosa.
— Sí —respondió con una confianza tranquila, apretando mi mano con la suya—. En esta vida, en la próxima... y en todas las demás. Siempre encontraremos el camino de regreso del uno al otro.
Me senté suavemente junto a Loki, aún en shock por lo que acababa de escuchar. El vestido largo de época que llevaba puesto se arremolinaba a mi alrededor mientras trataba de procesar sus palabras. Aunque sabía que esto no era más que un sueño, bueno, tal vez era un sueño, la claridad de las emociones y el detalle de todo lo que me rodeaba me mantenían atrapada en esta realidad onírica.
— ¿Y cómo sabes todo eso, Loki? —le pregunté con mi voz chillona, inclinándome hacia él, tratando de entender lo que estaba ocurriendo.
Loki sonrió con esa astucia que era tan suya. Había un destello en sus ojos, una chispa que revelaba que, a pesar de su apariencia infantil, él seguía siendo el dios travieso y astuto que conocía.
