Capítulo 18: Lo Obsceno

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Han pasado aproximadamente una semana y media, y aunque no ha habido grandes acontecimientos, el tiempo ha estado lleno de pequeños momentos que han dejado su marca. He entrenado con Sif seis veces ya, y cada vez me siento más cómoda y segura con la daga en mis manos. Sif me ha elogiado, diciendo que mi progreso es notable, lo que solo me motiva a seguir mejorando. A veces, en medio de nuestros entrenamientos, Loki aparece para observar, sus ojos llenos de esa mezcla de orgullo y diversión. No pierde la oportunidad de bromear, diciendo que pronto tendrá competencia o que un día de estos me retará a un duelo de dagas.

Sobre Odín, ambos quedamos con que actuaríamos normalmente. Todo este asunto de traicionar a Odín ha quedado estancado, yo preferí dejarlo todo ahí, por el bien de la mentalidad de Loki, más allá de lo que le ha hecho y lo que podría estar tramando ahora, aún seguía siendo su padre, pero con problemitas en el intermedio, aunque ya tengo una idea de qué hacer. En mi plan, no le haremos ningún mal, solamente... haremos como debería pasar.

Con Loki intentamos despertar mi supuesto poder, el cual tiene que ver con el reino de los sueños y el multiverso. Hemos hecho hasta lo no imaginable, incluso hizo que me desmayara con un fuerte golpe en la cabeza, lo cual no causó ningún resultado. Cuando digo que intentamos de todo, lo digo en serio.

Entre Loki y yo, las cosas han avanzado lentamente, pero de una manera que se siente natural y correcta. Hemos compartido besos, caricias, y abrazos, cada gesto cargado de una emoción que va más allá de las palabras. Sin embargo, no hemos cruzado esa línea hacia algo más físico. Parece que ambos estamos disfrutando de este ritmo, saboreando cada momento sin prisa. Lo que me sorprende un poco es que Loki ha dejado de lado su lado más perverso y travieso, ese que solía ser tan evidente en él. Ahora, sus palabras y gestos son dulces, tiernos, como si estuviera mostrando una faceta diferente, una que aún me estoy acostumbrando a ver.

A veces me pregunto si él también está siendo cauteloso, si siente que hay algo sagrado en lo que estamos construyendo, algo que no quiere apresurar. Y aunque podría extrañar esa chispa de travesura que solía mostrar en la pantalla, no puedo evitar sentirme más conectada con esta versión de él, una que me hace sentir que realmente somos algo especial.

Una tarde, después de otro entrenamiento agotador con Sif, decidí darme un descanso en los jardines del palacio. El aire estaba fresco y el cielo se teñía de un suave tono anaranjado mientras el sol comenzaba a descender. Me senté en un banco de piedra, disfrutando de la tranquilidad del lugar. Las flores a mi alrededor desprendían un aroma dulce y relajante, y me permití cerrar los ojos por un momento, dejándome llevar por la calma.

Escuché pasos suaves acercándose y supe quién era antes de abrir los ojos. Loki siempre tenía una presencia particular, una energía que podía sentir incluso antes de verlo. Abrí los ojos lentamente y lo vi caminando hacia mí, con esa elegancia natural que parecía innata en él. Su sonrisa era ligera, casi como si estuviera disfrutando de un secreto que solo él conocía.

— ¿Descansando después de otro duro entrenamiento? —preguntó con esa voz suya, suave pero con un tono de burla amistosa.

— Algo así —respondí, esbozando una sonrisa mientras me hacía a un lado en el banco para que él se sentara a mi lado—. Sif me ha estado exigiendo cada vez más, pero no me quejo. Es... bueno sentirse fuerte. Cada vez manejó mejor la daga.

Loki se sentó a mi lado, su cuerpo apenas rozando el mío. Durante unos momentos, ninguno de los dos dijo nada, simplemente disfrutando del silencio compartido. Finalmente, Loki habló, rompiendo la quietud del momento.

— Has cambiado mucho desde que llegaste aquí —comentó, su tono más reflexivo de lo que estaba acostumbrada—. Más fuerte, más decidida... más tú misma, quizás.

Only Want | Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora