Capítulo 10 ⵂ Impulso de amor

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❝ ¿Acaso quieres matarme de celos? ¿te da placer eso? ❞

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Jadeos y leves gemidos se escuchaban en el cuarto del baño, los cuáles eran acompañados con el suave ruido del agua caer sobre un joven de cabellos oscuros, él causante de dichos ruidos obscenos era Jungkook, que se encontraba inmerso en atender su dolorosa erección dándole caricias ¿la razón de su miembro duro? fue un sueño húmedo donde su padre era él protagonista, deseaba decir que el sueño fue exquisito, pero estaría diciendo una gran falacia, porque justamente cuando estaba por ingresar en su muy amado Tae, alguien abrió la puerta interrumpiendo su parte más deseada ¿y quien fue él intruso? pues él mismísimo Hoseok, no le bastaba con arruinar su vida, ahora también arruinaba sus sueños con su maldita y asquerosa sonrisa, más que un sueño húmedo se volvió una pesadilla para él joven Kim.

El único lado positivo que podía verle a todo era que ya sabía quien era el famoso enamorado de su padre, aquel que parecía haber traumado a Jimin ya que siempre lo mencionaba cuando se presentaba la oportunidad. Con el propósito de olvidar el mal sueño comenzó a masturbar su pene teniendo en mente una de sus tantas fantasías, imaginar a su padre en la famosa pose de cuatro mientras él lo penetraba como si lo hubiera poseído algún animal salvaje, mientras gemía su nombre entre lágrimas delatando lo tanto que lo hacía disfrutar. Estaba tan sumergido en el placer que no escuchó como unos pasos se aproximaban cada vez más al baño.

— O-oh mierda. . . — Dio un leve gemido moviendo más rápido su mano mientras su mente le colocaba varias escenas donde Taehyung era protagonista, cada vez sentía más cerca su anhelado orgasmo. — Papi...

Parecía que el día no era bueno con Jungkook, ya que justamente cuando sintió el orgasmo golpear en él, se abrió la puerta casi de par en par, dejando ver a través de la cortina a la estrella de sus películas porno que solo habitaban en su cabeza, que cargaba un cesto vacío donde se suponía iba la ropa sucia. Noto obviamente que el baño se encontraba ocupado, por lo que sus mejillas cobraron color sin saber que decir.

— ¡¿Qué no sabes tocar la puerta?! — Gritó furioso y asustado, rápidamente su vista viajó a su miembro que aún seguía algo erecto, no tanto para sorprenderse pero sí lo suficiente para que su padre se diera cuenta, rápidamente le dio la espalda con la esperanza de que así no se mirara del todo su silueta y con ello su miembro.

— Perdón perdón, es que la puerta no tenía seguro — Se disculpó rápidamente saliendo del baño cerrando la puerta detrás de él, su respiración era agitada y sentía su corazón a mil por segundo, joder ¿es qué acaso su hijo se estaba..? no no ¡lo había interrumpido! no estaba en contra de que lo hiciera, era algo totalmente normal, le preocupaba la posible incomodidad que iba a habitar cuando saliera del baño.

— ¡Ya uno no se puede bañar tranquilo en esta casa! ¡juro que si lo vuelves a hacer ya no te volveré a preparar ningún otro puto pastel de fresa! — Gritó con vergüenza notoria ¿estaba siendo grosero? definitivamente, pero estaba tan avergonzado y temeroso que las palabras salían sin aviso previo.

" ¿Cómo se le ocurre hablarme así? ¡soy su padre y merezco respeto aún en estas situaciones! " pensó indignado

— ¡Esa boquita Kim Jungkook! — Contestó con autoridad antes de irse del lugar dispuesto a seguir con sus deberes.

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La sala estaba en completo silencio, contrario de lo que había teorizado él mayor, no era nada incómodo, de hecho era algo como divertido y cálido, ninguno de los dos había hablado del tema pero si compartido miradas y con ello algunas risas, Tae se encontraba mirado la televisión mientras Jungkook hacia su tarea a lado de él, a veces dejando de ver su cuaderno para mirar de reojo al castaño, si, todo era perfecto, o al menos lo era hasta que hace unos minutos había comenzando a recibir mensajes su padre, no le había dado importancia creyendo que eran cosas del trabajo, pero es que le llegaban casi uno seguido del otro, lo peor del caso es que rápidamente tomaba su celular, sonreía como idiota y contestaba para después dejar su celular a lado suyo, vamos ¿quien sonreía cuando leía algo del trabajo? podría ser Jimin, claro que si, pero el problema era que Jimin era más de videollamadas y rara vez mandaba mensaje, solo lo hacía cuando no le contestaba las llamadas.

él es mi papá | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora