él es mi papá | kooktae

Capítulo 21 ⁞ Beso prohibido

❝ ¿Por qué el pecado se siente tan bien? ❞

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— ¿Seguro que no necesitas algo más, Tae? Nos puedes pedir lo que sea con confianza, estamos aquí para ti — Mencionó su amigo mirándolo con dulzura en busca de darle algo de paz.

Sin embargo él solo negó ligeramente para volver su vista hacia la taza de café que ya se encontraba fría, seguiría llorando si no sintiera que se quedó sin lágrimas, aunque aun así se miraba su estado por el leve temblor de su cuerpo y su rostro de un color ligeramente blanco, ni siquiera había podido beber todo el café por el mareo de su cabeza ante tantos pensamientos que no podía terminar de entender. Tantas preguntas, tantos insultos ante la situación, tantas cosas que tenía que hacer para poder solucionar a este gran problema, solo deseaba desaparecer del mundo aunque sea unos días para aclararse o no sufrir tanto como en estos momentos.

— ¿Crees que necesite ir con la enfermera? — Preguntó el menor de los tres mirando hacia su padre con preocupación, no había hablado desde que entraron a la dirección, era casi como ver un cadáver en vida.

— No necesito ir, estaré bien — Finalmente habló aferrándose más a la manta blanca que lo cubría por los hombros.

— Tae, es que te ves terriblemente pálido, nos preocupas.

— Me he visto peor antes, créeme — Intentó restarle importancia de manera fallida, pues la mirada de los dos delataban que no le creían nada.

Quería evitar ir a la enfermería debido a que si iba ahí seguramente lo retendrían por bastante tiempo y ahora el tiempo lo necesitaba con urgencia, debía hablar con Hoseok lo antes posible para evitar que siga divulgando lo acontecido en la piscina, no sabía aun cuanta gente podría saberlo pero si podía evitar que unos cuantos más lo supieran lo haría sin dudar, aunque ¿Qué podría inventarle? ¿Qué podría justificar el hecho de que no detuvo las acciones lascivas de su hijo? ¿Qué podría justificar su rostro delatando su sentir ante esas acciones inapropiadas? no sabía pero tenía esperanzas de que podría encontrar una mentira creíble, lo suficientemente creíble para evitar que se siga esparciendo como fuego en madera.

— Muchas gracias por sus atenciones, pero no hace falta que se preocupen tanto por mi — Se levantó el castaño de la silla dejando en esta misma la suave manta.

— Espera, papá ¿a donde vas?— Él menor se levantó de inmediato de su asiento, tomando su mochila con claras intenciones de acompañarlo.— No pienso dejarte solo así, vamos los dos.

— Quiero ir al baño, Jungkook, necesito estar a solas unos momentos — Y eso no era del todo mentira, deseaba estar solo, pero por desgracia no podía darse ese lujo en medio esta gran tormenta.

Él azabache estaba a nada de protestar pero la mano del director sobre su hombro le indicó que lo dejara ir, en otras situaciones haría caso omiso a esa señal y seguiría a su padre importándole poco su negativa, no porque desconfiara de él, todo lo contrario, solo estaba tan preocupado que deseaba protegerlo de todos y todo, es que se veía tan frágil como un muñeco de porcelana que al mínimo toque se rompería en mil pedazos, pero no podía ponerse terco a vista ajena y más mirando el estado preocupante de él, quizás si era buena idea dejarlo a solas unos momentos para que se relaje, aunque le constara enormemente.

— Contaré los minutos— Sentenció firme dejándose caer nuevamente en su asiento.

Taehyung le regaló una sonrisa débil y se marchó de la dirección, procuro primero caminar hacia los baños solo por simple prevención, nunca se sabía cuando su hijo lo seguía o vigilaba, no le extrañaba ya nada sobre él para este punto; al doblar el pasillo esperó ahí unos segundos para luego asomarse hacia la dirección, por fortuna no había rastros de su hijo. Cruzó nuevamente el pasillo pero ahora con intenciones de ir hacia el salón de Hoseok el cual no quedaba tan lejos, aun no sabía que podría decirle pero aun tenía esperanzas de que al estar frente a frente le saldría por arte de magia la solución, en este caso la mentira más creíble.