Capítulo 12 ⁞ Encuentro infernal

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Perdón pero no permitiré irte de mi lado.

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Evitarlo era lo más coherente que podía hacer por el momento. Se la había pasado todo el santo día de ayer encerrado en su cuarto deseando volver en el tiempo para evitar su gran estupidez, pero no era posible por más que cerrará los ojos y se lo rogara a cualquier Dios pagano que existiera, lo único bueno era que su padre no había venido a su cuarto para traerle galletas como la vez anterior, necesitaba tranquilidad para poder arrepentirse y maldecirse como era debido, la había cagado grandemente, arruinó el día que se suponía iba a ser tan maravilloso que lo volverían a repetir hasta hacer que se olvidara de su maestro, sin embargo término por ser un pésimo día para ambos ¿por qué era así? ¿por que nada salía como lo tenía planeado? quizás la película de parásitos tenía razón, si planeas algo no va a salir como querías y se va a arruinar todo, aunque también cabía a la perfección con la icónica frase de Drake que era algo como si planeas algo te sale algo totalmente diferente, oh bueno, por ahí iba la frase.

¡Santo cielos! porque piensa en series y películas cuando debía estar pensando en como sobrellevar la situación, a veces se odiaba demasiado, no sabía porque coño era así, quería echarle la culpa a las drogas pero él no consume ninguna (ya no), así que la culpa seguiría siendo de él mismo y de nadie mas. Ahora para acabar con su mal humor debía ir a clases y tener que ver la estúpida cara de Hoseok, el lado positivo es que sabía que no es el único a quien le caía mal, pues al ser estricto a varios de sus compañeros le caía mal y hasta rayaban a veces los baños deseándole la muerte, aunque... desear la muerte estaba mal, pero le agradaba que no era el único que se la pasaba maldiciéndolo o haciéndole algún mal de ojo.

— Bien, Jungkook, debes ser valiente y escapar de casa lo antes posible sin ver a Tae, para tener que ir a la babosa Universidad y poder maldecir a Hoseok en paz — Se ánimo a él mismo para poder levantarse de su cama y alistarse para irse, aunque en verdad aun estaba instalado aquel temor en su pecho de ver a su papá, ¿lo detendría para charlar? ¿lo odiaría? ¿lo ignoraría también? mierda, de tan solo pensar en las posibilidades lo hacía desear fingir tener un resfriado para quedarse en cama hasta pensar en una buena excusa pero si lo atrasaba más, más iba a ser su miedo, lo sabía bien por experiencia, no se puede huir siempre por más que se lo pidas a las estrellas fugaces o fuentes de los deseos.

Se levantó de su desordenada cama y fue directo al armario dispuesto a salir de su cueva llena de interrogantes que odiaba pensar en sus posibles respuestas, lo único bueno de ése día era que no se iba a bañar ahora mismo y por ende tendría más tiempo en alistarse y caminar con calma hasta la Universidad a comparación de otros días, la noche anterior se la había vivido en la tina de su baño como modo de huida de su realidad, el agua a veces lo hacía relajar al tal grado de olvidar que día era, aunque esa ocasión fue la excepción de toda una vida, si bien lo hizo relajar, aun el miedo permanecía como daga en su pecho, pero trataba de calmarse con la cosa más cliché del mundo " pudo ser peor " pero es que era verdad, pudo haberlo besado en ése instante donde se estaba dejando llevar, pudo haber subido sus manos hasta sus pezones y ahí no iba a haber excusa, si bien aún no tenía una sabía que podría haber alguna por ahí escondida, solo no había pensando bien por el terror y nervios a flor de piel que tenía.

Su conjunto era unos pantalones negros, una camisa negra algo grande, unos converse y una chamarra gris rodeando su cintura, por si llegaba a haber algún salón con la refrigeración tal que pareciera Himalaya, y lo peor del caso es que suele haber siempre. Tomó su mochila y camino a paso lento hacia la puerta, como si fuera la puerta al infierno, giró la perilla con extremo cuidado para no hacer ruido y así su padre no supiera que estaba por irse a la Universidad, agradecía el hecho de tener minutos más, así despistaría a su padre ya que de seguro esta acostumbrado a que se fuera más tardé y por ende no prestaría atención en esos momentos, al lograr ver que no se encontraba cerca, abrió la puerta por completo y salió rápidamente de su habitación, para acto seguido cerrar la puerta con nuevamente cuidado, se sentía otra vez un puberto tratando de escapar de su padre para ir a alguna fiesta.

él es mi papá | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora