Capítulo 29

493 29 0
                                    

El 25 de agosto era un día especial para mi. Por primera vez en mi vida, iba a asistir a un partido del FC Barcelona, y lo haría vistiendo la equipación del equipo. Para mí, que había sido fan del Real Madrid toda mi vida, la situación era paradójica y hasta cómica.

Me ncontraba en la puerta del vestuario del Barcelona, acompañada por Emilio. Emilio no podía evitar reírse de mi cada vez que la miraba.

— Nunca pensé que te vería vestida así, Amelia —dijo Emilio soltando una carcajada —

— No me lo recuerdes — respondí con una mezcla de risa y resignación — Lo hago por Héctor

Emilio se acercó a la puerta del vestuario y golpeó suavemente. Tras unos segundos, uno de los utileros abrió la puerta y nos dejó pasar. Dentro, el ambiente estaba cargado de expectación y nerviosismo, pero también de camaradería y confianza. Los jugadores del Barcelona se preparaban para el partido, cada uno inmerso en su ritual personal.

Héctor, al verme, esbozó una sonrisa amplia. Se acercó a ella y la abrazó con fuerza.

— ¡Qué sorpresa verte así! — dijo Héctor mirándome de arriba abajo con una mezcla de diversión y cariño — ¿Te queda bien, eh?

— Solo por ti, Héctor — respondí dándole un beso rápido en los labios — Sabes que sigo siendo del Madrid

— Lo sé, lo sé — dijo Héctor riéndose — Pero gracias por venir y por apoyarme

Emilio se unió a la conversación, haciendo comentarios sarcásticos sobre lo raro que era verme con la camiseta del Barcelona. Entre risas y bromas, la tensión del vestuario se aligeraba.

— Bueno, chicos, escuchen — dije levantando la voz para que todos los jugadores la escucharan — Sé que no soy del Barcelona, ni jamás lo seré, pero hoy estoy aquí para apoyarlos a todos, especialmente a Héctor. Sé que son capaces de ganar este partido

Los jugadores aplaudieron y algunos incluso se acercaron para chocarme los cinco. La mayoría ya me conocían y sabían lo mucho que significaba para Héctor tener mi apoyo. Tras unos minutos de charla y risas, Emilio y yo nos despedimos para dirigirnos a las gradas.

El estadio estaba repleto. Encontraron nuestros asientos en una sección privilegiada, rodeados de otras mujeres y novias de los jugadores del Barcelona. Algunas de ellas me saludaron con sonrisas cómplices, mientras otras me observaban con curiosidad, sabiendo que yo era del Real Madrid.

— Vaya, Amelia, no puedo creer que estés aquí — dijo Mikky, la novia Frankie — Debes querer mucho a Héctor para hacer esto

— Más de lo que puedes imaginar — respondí con una sonrisa sincera —

El partido comenzó y la atmósfera en el estadio era electrizante. No podía evitar sentir un nudo en el estómago cada vez que Héctor tocaba el balón. Emilio, sentado a mi lado, hacía comentarios sarcásticos pero cariñosos sobre el juego, aliviando un poco mi tensión.

— Te iba a decir que te tendría que hacer fotos vestida así, pero supongo que ya saldrán por Internet y que no va a ser la primera vez que vengas a verlo — dijo Emilio riendo —

— Que malo eres — dije riendo —

Llegó el momento culminante del partido. Héctor, en una jugada magistral, logró asistir al delantero del equipo, quien anotó el gol de la victoria. El estadio estalló en un grito ensordecedor. Salté de mi asiento, gritando de emoción, aunque su alegría era más por Héctor que por el equipo.

— ¿¡Has visto la asistencia!? — grité como una loca —

— Te tengo que grabar, ¿qué coño hace Amelia Ruiz cantando un gol del Barcelona? — preguntó riendo —

𝙵𝙾𝚁𝙴𝚅𝙴𝚁 𝚈𝙾𝚄𝙽𝙶 || 𝐇𝐞́𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐅𝐨𝐫𝐭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora