Hace muchos siglos una bella mujer se enamoro de un joven rey pero ella ocultaba un dulce y peligroso secreto, por sus venas corría la sangre de un gran rey demonio su padre
¿Cómo se llama el demonio más fuerte del mundo?
Astaroth
¿Quién es Asta...
Continuando con mí historia personal, en realidad se sabe que la inmortalidad es un don tanto en lo Divino como en lo Infernal, que no todos poseen y pocos saben apreciar, disfrutar y romper las reglas como se debe, con estilo, para el propio placer de tus deseos más impuros, yo por el contrario soy experta en complacer cada uno de mis deseos oscuros, impuros, retorcidos y demoniacos soy adicta al placer, a la vida, a la belleza exterior, a las riquezas, al oro, los diamantes, la exclusividad y a la atención de los hombres y mujeres en cada parte de mí, explícitamente mi rostro perfecto y cada curva de mi suave, tersa y exquisita piel, algunos dicen que soy demasiado exigente, obsesiva, egoísta, ególatra, narcisista y que hago todo por mí beneficio, sin pensar en nadie más y otros dicen que soy una chica dulce, sexy, inteligente, audaz, ágil, una oponente digna y una pareja excepcional, pero, digamos que son opiniones bastante opuestas y divididas en algunas partes, si lo ves desde cualquier ángulo en lo personal no me importan las palabras que vengan de boca de otros, sin importar quien seas siendo realista tus pensamientos sobre mí es lo que menos me interesa saber, siempre digo si piensas demasiado en otros dejas de vivir, la inmortalidad que me dio nacer en el Infierno no la desperdiciare en ningún ser vivo que no muestre su valía ante mis deseos, quien no pueda satisfacer ni una sola de mis fantasías o capricho no hará que pierda mi tiempo o que deje de vivir, mi corazón esta ocupado con exceso de amor propio ciertamente.
En el infierno ya era alguien, hija de alguien, pero, no era alguien por mi cuenta, por mis logros, mis ambiciones, mis sueños, mis deseos, mis pecados y en general deseaba ser reconocida, por mi y ya, sin ataduras de un pasado o una familia, claro amo a mi padre, no tanto como a mi madre, pero, no desearía lastimarlos por beneficio propio a fin de cuentas mi padre me da muchos beneficios, como el respeto en el infierno y el poder de hacer lo que desee sin temor a represalias de otros, por lo mismo no me conviene y tome la decisión de conseguir todos mis deseos en la tierra el único lugar donde puedo reinar y tengo significativamente mucho más poder que muchas reinas por ser del infierno, poseo mucha más astucia, fuerza, voluntad y agallas que cualquier mortal, que pisara la tierra y por eso me siento completamente orgullosa de mis logros como reina, en el reino de infernum, por convencer a mis súbditos de complacer mis deseos y ambiciones de conquistar más tierras, para prosperar y obtener más recursos viables para el reino, no tuve que hacer nada más que planear las rutas de conquista y fabricar las armaduras de mis soldados, para que estuvieran preparados para cualquier amenaza implacable que pudieran encontrar, eso me debilito significativamente, use mi poder para crear todo lo necesario espadas y escudos de bronce, plata y oro dependiendo el rango de eso estarías armado para defender y conquistar, el problema con la conquista fue que no habían muchos soldados en mi reino, conforme fui conquistando obtuve más soldados así fue como logre expandirme poco a poco conseguí fácilmente el trono, el castillo, servidumbre, vestidos extraordinarios, joyas y mí corona, cuando me acerque al castillo con Odium y Amare ellos destazaron a todos los que pensaban en atacarme o ultrajarme estaba completamente segura de que conseguiría ese reino, si quizás por el costo de algunas almas y de un rio de sangre, pero, sin ningún remordimiento o pesar por lo ocurrido entre por las enormes y majestuosas puertas del castillo decidí no ensuciarme las manos de sangre, mientras mis leones desgarraban la carne de los mortales a mí alrededor al llegar ante el Rey me observo con temor y tenia la mirada consumida por odio y resentimiento por todo lo que provoque, tuvo el descaro de dirigirme la palabra:
¿Quién demonios eres?¿Que quieres?¿Por que estas aquí?¿Como te llamas?...
Esperaba sus respuestas y solo respondí: si deseas vivir lárgate de aquí no regreses, no preguntes, no abra respuestas a tus preguntas insignificantes como tu vida lo es para mí, si estoy aquí es por que deseo el trono y lo tomare con tu consentimiento o no, lo más seguro es que piensas que podrías pelear presumiendo de tu hombría, pero, tengo muchas armas bajo la manga por si se te ocurre intentarlo siquiera...
Odium y Amare entraron y rugieron se quedaron a justo a mis costados una a la derecha y otro a la izquierda, esperando ordenes para atacar, en cuanto los vio su mirada adquirió conciencia, retrocedió aterrado por los leones
Le grite No te alejes, dame la corona que llevas... pero, no estaba escuchando corrió escaleras arriba se encerró en el ala este del castillo solo escuche su grito animal cuando salí estaba colgando de una cuerda agonizando aun tuve compasión y le rompí el cuello, murió con muy poco fue su decisión no quería matarlo, pero, no me dio opción alguna y así comienza mi historia en el Castillo forjando mi propio destino en mí reino Infernum.
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