APODOS || frágil.

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Al la mañana siguiente Dre llegó a la escuela, y tan pronto como entró sintió un brazo posarse en sus hombros

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Al la mañana siguiente Dre llegó a la escuela, y tan pronto como entró sintió un brazo posarse en sus hombros.

Cheng lo abrazaba con una confianza, como si fueran los más grandes amigos.

A su lado pasaron los amigos de Lu soltando risitas burlonas. Dre se arrepintió tanto de no haber inventado alguna excusa para faltar.

- Realmente pensé que te defenderias mejor ayer.

El comentario de Cheng solo confirmo la sospecha de Dre. Ese maldito lo había llevado ahí a propósito.

- Aunque bueno, no puedo esperar mucho de una frágil niña como tu. - Dre cerró sus ojos cuando escucho la risa de Lu.

Parece que esos molestos apodos nunca acabarían. Dre estaba tan agotado, que no se molesto esta vez en responderle al asiático que estaba a su lado.

Tal vez si lo ignorará, Cheng se aburriría de el y por fin dejaría de joderle la existencia.

Desecho la idea de hablar pacíficamente como el Sr. Han le había dicho. Con Cheng Lu nunca podría hablar tranquilamente.

Apretó los labios evitando que algún quejido saliera cuando sintió una mano apretar su hombro de manera brusca.

- ¿Ahora no hablas? que extraño porque ayer parecías quejarte mucho cuando esos tipos estaban golpeandote.

Nuevamente Dre no dijo nada, solo se limitó a mirar al frente. Eso no le gusto al más alto.
Ser ignorado no era una cosa que le fascinara. El era Cheng Lu, nadie podía ignorarlo.

- Debí impedir que ese anciano fuera a rescatarte. Así hubiera disfrutado mucho más de verte sufrir. - El tono de su voz cambio de uno burlón a uno más serio.

Justo cuando Cheng estaba por empujarlo, la subdirectora se hizo presente. La mujer estaba ocupada viendo una carpeta que tenía en sus manos.

Dre se alejó del asiático y se fue rápidamente a su salón de clases.

Afortunadamente no tenía ninguna materia que compartiera con Cheng.

- Dre, ¿estás bien?

La voz femenina lo trajo nuevamente a la realidad.

Su madre le miraba algo preocupada.

Dre bajó su vista a su comida, que solo se limitaba a picar.

- Si mamá, solo estoy cansado.

Sherry no pareció convencida del todo, ella conocía muy bien a su bebé.

- Dre, si alguien te está molestando en la escuela puedes decírmelo y lo arreglaremos.

- No es nada mamá, de verdad.

Parker corrió hasta donde se encontraba el Sr. Han. Lo ha estado esperando aproximadamente durante media hora y por fin apareció.

- ¡Sr. Han! Hola - su saludo es animado, estar cerca del hombre mayor le hace sentir bien.

Pero por la expresión del chino no opina exactamente lo mismo.

- ¿No deberías estar en tu casa?

- Mmmh si, pero quise venir a verlo. ¿Cómo está?

- Ocupado.

Dre hace una pequeña mueca.

- No se ve muy ocupado...

- Pero bueno, también quería agradecerle por lo de ayer. Ya sabe gracias por evitar que esos tipos me siguieran golpeando.

- El Kung Fu no debe usarse para malos propósitos.

Dre sonrió ante eso.

- Y hablando de eso Sr. Han, usted ¿me entrenaría?

 Han, usted ¿me entrenaría?

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