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Dre fue interrumpido por un niño chino.
Estaba en la hora de deportes cuando un chico vino a el, tocando su hombro para llamar su atención.
Dre lo miró extrañado, nunca lo había visto y no entendió nada cuando el niño empezó hablar en mandarín. Parker hizo una expresión confusa. ¿Que carajo le estaba diciendo ese tipo?
Empezaba a tomar en cuenta el consejo de su madre, tenía que aprender chino, después de todo vivía en China.
El niño frente a el siguió hablando pero su expresión cambio bruscamente a una asustada. Detrás de Dre se encontraba Cheng, tan intimidante como siempre. Pronto el niño se alejó corriendo. Completamente asustado.
Dre no entendía nada.
Pero pronto lo hizo cuando escucho esa voz detrás suyo.
- Toda la escuela sabe ahora que participarás en el torneo.
Y ahí estaba Cheng Lu.
- Creí que dejarías de molestarme hasta el torneo.
Lu rio.
- Oh no, no, dije que no te golpearía. No pongas palabras en mi boca, Dre.
El moreno rodó los ojos fastidiado. Prefirió seguir con los ejercicios. Ignorando al asiático.
Cheng solo se le quedó mirando.
- Deja de hacer esos ejercicios estúpidos, eso no te servirá de nada. Necesitas entrenar realmente. Necesitas condición física.
Dre se detuvo, ¿acaso Cheng le estaba dando un especie de consejo?
- No necesito tu opinión.
- Mira lindaaa. - Cheng se acercó más a el, alargando la "a".
- Deja de llamarme así, imbécil. Es malditamente molesto al igual que tú.
Para no sorpresa de Dre, Cheng solo estaba sonriendo.
¿Por qué no se iba?
- Da igual si me haces caso o no, de todos modos tu eres el que sufrirá las consecuencias.
Eso asustó un poco a Dre.
Esta tarde de nuevo tenía entrenamiento con el Sr. Han. Solo deseaba que no volviera a usar su chaqueta.
La risa de Cheng lo sacó de su asustadiso pensamiento.
- Perdido otra vez, realmente será fácil vencerte.
- Jodete.
- Prefiero joderte a ti.
Dre lo volteó a ver al escuchar un tono diferente en su voz. Pronto imágenes horrorosas invadieron su mente aturdida.
- ¡EWWWW! - Dre sabía que su expresión era de total asco y desagrado.
Cheng solo se rio con ganas mientras se alejaba del lugar.
Maldito Cheng, siempre tenía que arruinar su día con sus comentarios tan estúpidos.
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