APODOS | DRENG

APODOS || cariño.

Cheng si sabía lo que estaba haciendo.

Sabía perfectamente como hacer que el pequeño chico se asustara.

Besarlo no fue su primera opción, el quería golpearle tan mal. Pero entonces se le ocurrió que besarlo lo asustaría mucho más.

Aunque no esperaba que los labios del americano fueran realmente tan suaves.

Escucho como el más bajo gimió en protesta cuando Lu metió su lengua en su boca, explorando.

Al poco tiempo Cheng decidió que era suficiente.

Se alejó del chico y lo empujó nuevamente a la pared. Realmente era muy débil.

Casi se ríe al ver como el moreno tosía.

- Besas bien, cariño. - La mano del asiático viajó nuevamente a la mandíbula del moreno.

Cheng hizo que Dre le mirara.

No pudo evitar ladear levemente su cabeza para apreciar mejor la vista que tenía ante el.

Parker tenía los ojos completamente llorosos.

Y eso fue extrañamente atractivo para Lu.

Apreto su agarre haciendo que Dre se quejara.

- Deberías ver lo bien que luces llorando, cariño.

No recibió respuesta, solo uno que otro inicio de sollozo.

- ¿Por qué no me maldices ahora, lindo?

La sonrisa estaba devuelta en el rostro de Cheng. Como disfrutaba molestar al americano.

- Debería tomarte una foto y pegarla por toda la escuela.

Su comentario pareció por fin hacer despertar al americano porque este intento quitar su mano de su rostro.

- ¡No! ¡no te atrevas!

Cheng sacó su teléfono del bolsillo de su pantalón, abriendo la cámara, listo para capturar una fotografía.

Dre se asustó mucho cuando vió a Cheng acercar el teléfono a el.

- Sonríe, cariño.

- ¡No-

El clásico sonido de click se escuchó, la foto estaba tomada. Y Dre aún seguía llorando.

- Hey, capturé tu mejor ángulo. Te ves exactamente como una perra llorona, mira.

Lu le enseño la fotografía.

Por fin Cheng lo había soltado, Dre llevó su mano a su adolorida cara.

- Bueno linda, probablemente mañana esta foto este por toda la escuela.

Cheng se alejó del americano que aún estaba en el suelo.

- No faltes mañana.

Cuando por fin Dre vió irse a ese loco, se levantó del suelo. Se sentía tan humillado, tan sucio.