Blood Moon -Monster High AU-

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Cleo se quedó paralizada en la entrada del palacio, las bolsas en sus manos se sintieron de repente como un peso muerto. Su padre, Ramses De Nile, estaba de pie con los brazos cruzados, sus ojos dorados fulminándola con una mezcla de ira y decepción.

-¿Qué sucede, padre? -Cleo intentó sonar despreocupada, pero su voz tembló ligeramente. Sabía que algo grave estaba por venir.

Ramses respiró hondo antes de hablar, su tono era severo y cargado de autoridad.

-Me he enterado de tus... relaciones, Cleo. ¿Es cierto que estás saliendo con ese Deuce Gorgon?

Cleo sintió un nudo formarse en su estómago. Deuce era todo para ella, pero sabía que su padre nunca lo aceptaría.

-Sí, padre, es cierto -respondió con firmeza, levantando la barbilla-. Deuce es mi novio y lo quiero.

-¿Cómo te atreves? -Ramses alzó la voz, su ira desbordándose-. ¡Un Gorgon! ¡Un sucio mortal de clase baja! ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo? Estás mancillando el honor de nuestra familia, Cleo.

Cleo sintió una punzada de dolor en el pecho, pero no retrocedió.

-Deuce es más que eso, padre. Él es noble y valiente, y me hace feliz. No puedes juzgarlo solo por su origen.

Ramses la miró con desdén.

-No permitiré que esta relación continúe. Terminarás con él, Cleo, o enfrentarás las consecuencias.

Cleo apretó los puños, sintiendo la ira hervir dentro de ella.

-No tienes derecho a controlar mi vida, padre. No soy solo una princesa, soy una persona con sentimientos y deseos propios.

Ramses dio un paso hacia ella, su figura imponente llenando el espacio.

-Eres una De Nile, Cleo. Tienes responsabilidades y deberes que cumplir. No permitiré que deshonres nuestro nombre.

Cleo sintió las lágrimas amenazar con brotar, pero las contuvo. No quería mostrar debilidad frente a su padre.

-Entonces tendremos que estar en desacuerdo, padre. Porque no pienso dejar a Deuce.

Ramses la miró con furia, pero antes de que pudiera responder, un sonido de pasos resonó en el corredor. Ambas figuras se giraron y vieron a Nefera, la hermana mayor de Cleo, acercándose con una sonrisa maliciosa en su rostro.

-¿Qué sucede aquí? -preguntó con un tono de falsa inocencia, disfrutando claramente del conflicto.

-Tu hermana ha decidido ensuciar nuestro nombre al salir con un Gorgon -respondió Ramses, su voz cargada de disgusto.

Nefera levantó una ceja y miró a Cleo con burla.

-¿De verdad, Cleo? Pensé que tenías mejor gusto.

Cleo sintió un escalofrío recorrer su espalda. Siempre había tenido una relación tensa con Nefera, pero ahora su hermana parecía disfrutar de su desgracia.

-Esto no te concierne, Nefera -replicó Cleo con frialdad-. Es mi vida y mis decisiones.

Nefera sonrió con suficiencia.

-Oh, querida hermana, siempre tan rebelde. Pero sabes que padre tiene razón. Deberías dejar a ese chico antes de que cause más problemas.

Cleo sintió que la ira la consumía. No iba a dejar que Nefera la humillara.

-No tienes idea de lo que significa el amor, Nefera. Solo te importa el poder y la apariencia.

Antes de que Nefera pudiera responder, Ramses intervino.