Blood Moon -Monster High AU-

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Revelaciones y desafíos

Después del vibrante baile de fin de año en Monster High, la tranquilidad de la noche envolvió la academia, pero no todos los monstruos estaban en paz. Clawdeen estaba inquieta por la ausencia de Draculaura en la fiesta y decidió buscarla en su habitación.

Al llegar, Clawdeen encontró a Draculaura mirando por la ventana, perdida en sus pensamientos. —Draculaura, ¿por qué no viniste al baile? Estaba preocupada por ti—, dijo Clawdeen con sinceridad.

Draculaura se giró, intentando ocultar su nerviosismo. —Oh, Clawdeen, necesitaba estar sola. El baile me parecía abrumador y necesitaba un momento para mí misma—, respondió, mintiendo sobre la verdadera razón.

Clawdeen frunció el ceño, sabiendo que su amiga le ocultaba algo. Sin embargo, decidió no presionarla. Sabia que su amiga se lo iba a contar en algún momento —Entiendo. Si necesitas hablar, aquí estaré—, ofreció, abrazando a Draculaura con afecto. Provocando que a la pequeña vampiresa se le subieran los colores a la cara y volviera a sentir esa sacudida en su estómago.

Mientras tanto, Frankie estaba desconcertada por la ausencia de Jackson en el baile. No podía entender por qué no había ido, especialmente después de haber planeado asistir juntos. Decidida a aclarar las cosas, fue a buscarlo a su habitación.

Al llegar, Frankie encontró a Jackson leyendo un libro en su cama. —Jackson, ¿por qué no fuiste al baile? Estaba esperando verte allí—, preguntó Frankie, con una mezcla de preocupación y confusión mientras se paraba frente a la cama del chico.

Jackson bajó el libro, mirando a Frankie con una sonrisa forzada. —Oh, Frankie, no me sentía muy bien. Decidí quedarme descansando en mi habitación—, mintió, sin poder sostener la mirada de Frankie.

Frankie frunció el ceño, sintiendo que algo no encajaba. —Está bien, Jackson. Si necesitas algo, aquí estaré—, dijo, sintiendo que algo no estaba del todo bien. Jackson simplemente asintió en modo de agradecimiento.

Mientras tanto, Deuce y Cleo disfrutaban de un momento tranquilo en los jardines del campus, sintiendo la brisa fresca de la noche en sus rostros. Habían pasado por muchas cosas juntos, y su amor solo parecía fortalecerse con el tiempo.

—Eres lo mejor que me ha pasado, Cleo. Estoy tan agradecido de tenerte en mi vida—, dijo Deuce, mirando a Cleo con adoración.

Cleo sonrió, sintiendo la calidez de sus palabras en su corazón. —Y yo estoy igualmente agradecida, Deuce. Eres mi roca, mi apoyo incondicional—, respondió, abrazándolo con ternura, mientras enterraba su rostro en el cuello del chico, sintiendo el aroma de su colonia que le encantaba.

Mientras Clawdeen y Frankie se encontraban con la ausencia de sus amigos, Deuce y Cleo disfrutaban de la serenidad de la noche, sin saber los desafíos que les esperaban.

En otro rincón de la universidad, Clawd y Abbey compartían un momento íntimo, disfrutando de la tranquilidad de la noche. Abbey se sentía agradecida por la sorpresa que le habían preparado, y Clawd estaba feliz de poder hacerla feliz.

—Gracias por todo, Clawd. Eres un amigo increíble—, dijo Abbey, mirando a Clawd con cariño.

Clawd sonrió, sintiéndose feliz de haber logrado alegrarle el día a su amiga. —No tienes que agradecer, Abbey. Solo queríamos verte feliz—, respondió, abrazándola con ternura, sintiendo la fría piel de la chica, provocando que sus vellos se erizaran.

Mientras la noche avanzaba, los misterios y las revelaciones se entrelazaban, prometiendo un futuro lleno de desafíos y momentos inolvidables para los jóvenes monstruos. Y así, bajo la luz de la Luna, los lazos de amistad y amor se fortalecían, preparando el escenario para lo que vendría a continuación.