Blood Moon -Monster High AU-

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La invitación de Frankie llegó en el momento perfecto. Después de los eventos recientes y la tensión constante con Ramses, Cleo necesitaba un respiro. La idea de una fiesta con amigos, donde pudiera relajarse y divertirse, era exactamente lo que necesitaba.

Era sábado por la noche, y la casa de Frankie estaba decorada con luces de neón y globos coloridos, dándole un ambiente festivo y vibrante. Los invitados empezaban a llegar, y la música ya resonaba por toda la casa. Cleo llegó de la mano de Deuce, sintiéndose emocionada y nerviosa a la vez. Frankie los recibió con una sonrisa brillante.

-¡Cleo, Deuce! -exclamó Frankie-. ¡Me alegra tanto que hayan venido!

-Gracias por invitarnos, Frankie -respondió Cleo, devolviéndole la sonrisa-. Necesitábamos una noche así.

La sala principal estaba llena de amigos y compañeros de Monster High. Draculaura y Clawdeen ya estaban allí, charlando animadamente mientras tomaban unas bebidas. Jackson también estaba presente, aunque parecía un poco nervioso. Dentro de sí, el chico estaba asustado de que por la música, su alter ego saliera a la luz, aunque llevaba tapones discretos en sus odios, tenía miedo de que alguno se saliera y se armará un desastre.

La fiesta estaba en pleno apogeo. Cleo se unió a sus amigas en la pista de baile, dejando a Deuce conversando con Jackson y otros amigos. Las chicas reían y se movían al ritmo de la música, disfrutando del momento. Cleo se sentía libre y feliz, como si las preocupaciones del mundo se hubieran desvanecido por un rato.

Mientras Cleo bailaba con Draculaura y Clawdeen, un chico desconocido se acercó a ella. Era alto, con cabello oscuro y ojos verdes brillantes, y tenía una actitud confiada que inmediatamente llamó la atención de Cleo.

-Hola, princesa -dijo el chico, sonriendo de manera seductora-. No pude evitar notar lo bien que bailas. ¿Te gustaría bailar conmigo?

Cleo se sintió halagada, pero también incómoda. Miró hacia donde estaba Deuce, pero él parecía estar concentrado en la conversación con sus amigos. Decidió ser cortés y sonrió al chico.

-Gracias, pero estoy aquí con mis amigas -respondió, esperando que eso fuera suficiente para que el chico entendiera.

Sin embargo, el chico no se desanimó.

-Vamos, solo será un baile -insistió, tomando suavemente la mano de Cleo.

Antes de que Cleo pudiera responder, Deuce apareció a su lado, con una expresión seria en el rostro.

-Disculpa, pero Cleo ya tiene compañía -dijo Deuce, su tono firme y protector.

El chico soltó la mano de Cleo y levantó las manos en señal de rendición.

-Tranquilo, amigo. Solo quería bailar -dijo, dando un paso atrás asustado, ya que sabia que si quería, el gorgon lo podría dejar hecho piedra en segundos.

-Deuce, está bien -intervino Cleo, tomando la mano de su novio para calmarlo-. Gracias, pero puedo manejarlo.

Deuce miró al chico por un momento más antes de volver la mirada a Cleo. Su expresión se suavizó un poco, pero aún se veía tenso.

-Lo sé, Cleo, pero no quiero que nadie te moleste -dijo, mirándola a los ojos.

Cleo suspiró y asintió, comprendiendo la preocupación de Deuce. Sabía que él solo quería protegerla, pero también quería disfrutar de la noche sin conflictos.

Mientras tanto, la fiesta seguía su curso. Draculaura y Clawdeen, ya bastante animadas por las bebidas, estaban cada vez más desinhibidas. Reían y bromeaban, disfrutando del ambiente festivo. En un momento dado, Cleo vio cómo Draculaura y Clawdeen se acercaban más de lo habitual, sus risas se volvieron más suaves y compartieron miradas intensas.

-¿Qué están haciendo? -murmuró Cleo, observando la escena con curiosidad.

Antes de que pudiera decir algo, Draculaura y Clawdeen se besaron. Fue un beso inesperado y apasionado, que dejó a Cleo y a varios otros invitados sorprendidos. Las chicas, evidentemente ebrias, no parecían conscientes de lo que hacían. La música seguía sonando, pero el ambiente en la pista de baile se tornó un poco tenso.

Deuce, aún a su lado, también observó la escena con los ojos abiertos de par en par.

-¿Qué está pasando...? -preguntó, mirando a Cleo en busca de una explicación.

-No lo sé -respondió Cleo, todavía sorprendida-. Pero parece que están disfrutando la fiesta más de lo que pensábamos.

Jackson, que había estado hablando con Frankie, también notó lo que estaba ocurriendo. Parecía nervioso y un poco incómodo, sin saber cómo reaccionar.

-¿Deberíamos hacer algo? -preguntó, mirando a Frankie.

Frankie, sin embargo, sonrió y se encogió de hombros.

-Dejémoslas disfrutar. Es una fiesta, después de todo.

Cleo miró a Deuce y luego a sus amigas, decidiendo que era mejor dejarlas divertirse. Al final, todos estaban allí para pasar un buen rato. Sin embargo, la tensión entre Cleo y Deuce no había desaparecido por completo. La reacción protectora de Deuce y la presencia del chico coqueteando con Cleo habían dejado una marca en la noche.

-Decidímos disfrutar de la fiesta, pero no quiero que te sientas incómoda -dijo Deuce, suavizando su tono.

-No te preocupes, Deuce -respondió Cleo, sonriendo-. Aprecio que te preocupes por mí, pero confía en que puedo manejar estas situaciones.

Deuce asintió, abrazándola con cariño.

-Lo sé, Cleo. Solo quiero que estés bien.

La noche continuó con más música, risas y baile. Cleo y Deuce se reconciliaron, disfrutando del resto de la fiesta juntos. Aunque hubo algunos momentos de tensión y drama, la noche en casa de Frankie fue un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, los amigos siempre estaban allí para apoyarse mutuamente.

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La fiesta terminó en las primeras horas de la mañana, y los invitados comenzaron a dispersarse. Cleo y Deuce se despidieron de sus amigos, agradeciendo a Frankie por la maravillosa noche.

-Gracias por todo, Frankie -dijo Cleo, abrazándola-. Fue una fiesta increíble.

-Me alegra que te haya gustado, Cleo -respondió Frankie, sonriendo-. Siempre eres bienvenida aquí.

Deuce también agradeció a Frankie antes de tomar la mano de Cleo y dirigirse hacia la puerta.

-Quieres ir a casa? -dijo Deuce, con una sonrisa en los labios.

Cleo asintió, sintiéndose agradecida por tener a Deuce a su lado. Mientras caminaban juntos hacia la salida, sabía que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre encontrarían la manera de superarlos juntos.