Notas:
Hola a todos de nuevo, hoy regresamos con la actualización que más trabajo me dio cuando me di cuenta de que este capítulo era el doble de largo que otros capítulos, así que me vi obligada a dividirlo en dos y a reescribir ciertas partes para que la división se viera natural y no como un capítulo cortado.
En fin, tenemos el primer día de Sirius como asistente social, una vista de la gente de Cokeworth y un paseo por la mente de Peter.
Notas aparte una yenta es una mujer entrometida y algo chismosa en yiddish, el violinista el tejado cometió un error y no es para nada una casamentera.
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Un cuco es un ave cruel. Dejaba sus huevos en nidos ajenos con huevos similares, aunque no idénticos, y, al nacer, los polluelos del cuco mataban a sus "hermanos" y obligaban a sus padres adoptivos a alimentarlos. Crecen mucho más grandes y fuertes que el nido mismo: bebés enormes y egoístas que abandonaban a su paso un nido destrozado y pequeños polluelos muertos. Una historia triste de un ave oscura y egoísta que arruinaba la vida de pobres aves pequeñas e inocentes. Pero, ¿la historia sería igual de triste si el huevo fuera dejado en un nido vacío? ¿Cuánto apreciarían un par de padres solos a un pequeño cuco abandonado?
Severus terminó de vestir a Darcy y de peinar su mata de cabello negro. "Muy bien, mi pequeño secuaz malvado, estás listo para hacer que los corazones se derritan por ti. Hay que sacarle jugo a esa ternura de bebé todo lo que puedas; no queremos que te echen del nido, ¿verdad?"
Darcy llevaba casi un mes viviendo con él, y Severus no podía decir que sus días fueran aburridos. Dormir cuando Darcy dormía se había vuelto la norma, y Darcy dormía muy poco. A veces, incluso pasaba el día entero llorando. Si no fuera por los Evans, Severus ya se habría vuelto loco.
Especialmente Marigold, quien le presentó lo que él llamaba en secreto el "Club de Viejas Yentas": la señora Shapiro y sus amigas, que se reunían todas las tardes para jugar al bridge en sillas de jardín desgastadas, frente a su casa en la calle Carpenter. Eran expertas madres, con un 98% de éxito en enviar a sus hijos a la universidad. Hubiera sido el 100%, si no fuera porque el hijo de la señora Hernández fue a la escuela de teatro, lo cual, al parecer, fue un escándalo en su momento... hasta que ganó un premio de la Sociedad de Teatro del West End, restableciendo el orden natural de las yentas.
Eran groseras, cínicas, algo amargadas y con un sentido del humor muy retorcido, por lo que se llevaron bien con él. Lo invitaron a jugar bridge cada sábado, y a cambio le daban consejos sobre crianza, ¡y qué consejos! Sabían todo sobre las mejores marcas de leche, trucos para dormir a un bebé, dónde conseguir productos baratos y cheques de apoyo, en qué revista salían buenos cupones y dónde canjearlos. También le regalaban recipientes de comida bajo la condición de que los regresara limpios y en buen estado, so pena de expulsión del grupo.
Severus, como es su estilo, se obsesionó un poco con el tema de la paternidad. Hizo tarjetas de estudio, leyó manuales de cuidado infantil, y hasta leyó "Qué esperar cuando estás esperando" para comprender la etapa de vida de Darcy que él no había presenciado. Pronto se dio cuenta de que Darcy no siempre respondía como en los manuales, y lejos de decepcionarse, esto lo emocionó. Tenía dos cuadernos llenos de anotaciones detalladas sobre Darcy, registrando incluso los hitos más pequeños:
10 de diciembre, 07:30: "Empieza a sostener la cabeza; hoy lo logró por unos segundos."
12 de diciembre, 16:00: "Me agarró del cabello durante una hora después de llegar del trabajo. Creo que me extraña. Curiosamente, cada vez que hace esto siento más apego."
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Flores en el asfalto
FanfictionSeverus Snape consigue un bebé justo antes de recibir su marca tenebrosa. Sin posibilidades ahora de convertirse en un mortifago, sin ninguna oportunidad de sobrevivir en el mundo mágico y sobre todo sin empleo decide buscar suerte en el mundo muggl...