Flores en el asfalto

El delirio y la novia.

Notas:

Hola a todos, aquí vamos con otra entrega de esta historia, estoy muy feliz por la cantidad de gente que esta leyendo esto ahora, personalmente pensé que esto solo interesaría a cinco personas y una de esas quizás sea un prisionero ruso al que torturan haciendo leer esta cosa.
En fin sin más aquí vamos, un poco de quien es la novia de Sirius, la primera terapia de Severus y el cumpleaños de Severus, todo muy lindo o... tal vez no...

—¿Tengo una novia? — Sirius estaba confuso, estaba cien por ciento seguro de que no tenía una novia, ni siquiera había tenido sexo desde que se había graduado de Hogwarts, al menos no que recordara.

—Sí, Marlene McKinnon, Sirius si no estás interesado en ella deberías decirlo no es justo que la ilusiones así— se quejó Lily.

—Lily, tengo dos trabajos que a veces chocan como ahora y tengo que salir de una jornada de trabajo nocturna y estar haciendo de niñera de tu psicópata mejor amigo. ¿De dónde sacaría tiempo para una novia? — Sirius pensó en que momento pudo haber hecho algo que Marlene hubiera interpretado como interés.

—No me interesa cuál sea el problema, pero el psicópata quiere un desayuno tranquilo— los interrumpió Snape haciendo malabares entre desayunar y alimentar a Darcy— así que si van a pelear háganlo civilizadamente, usen los cuchillos del cajón y vayan al patio trasero a matarse, Darcy está muy chiquito para ver sangre.

—No es una pelea, solo es algo raro, Marlene dice que han tenido citas, incluso esperaba un anillo en navidad— dijo Lily con incredulidad.

—Lily tengo problemas mentales fuertes que apenas estoy asumiendo, un trabajo que me da solo media paga por qué me quitan la mitad debido a esos mismos problemas mentales y este otro que casi pierdo, adivina ¿Por qué?; por mis estúpidos problemas mentales—Sirius no estaba llegando a una razón lógica por la que se asumiría que él de todas las personas tendría una relación sentimental— No le daría un anillo a nadie y mucho menos en navidad, la navidad la pasé aquí ebrio, gracias a mis ya antes mencionados problemas mentales, lo que debería anular el chantaje pero Snape es un terco.

—En primer lugar, sobre mi cuerpo muerto retirare mi chantaje Black y en segundo, puede que por esos problemas mentales no recuerdes haber tenido esa relación, o no sé... no tengo ni idea de cómo funciona la locura Black— Snape soltó la bomba sobre Sirius.

En Hogwarts habría tachado a Snape de vicioso, ahora Sirius podía darse cuenta de que simplemente no tenía ni idea de lo que era el trato con humanos; incluso sospechaba que a veces no estaba consciente de porque las personas se enojaban a su alrededor.

¿Podría ser?, hace mucho que no tenía lagunas mentales, ni siquiera recordaba tener los síntomas cuando eso pasaba, se quedó pasmado con la cuchara en camino hacia su boca.

—No lo creo... no he tenido lagunas mentales desde... desde Hogwarts— balbuceó Sirius dejando caer la cuchara en su plato de huevos salpicando por toda la mesa— No hay manera Remus... Remus me lo diría si pasara.

—Lily, ¿Qué le pasa a tu amigo?, ¿Está hiperventilando?

—Por supuesto que está hiperventilando, no puedes soltar semejante cosa a un tipo que tiene pavor de volverse loco.

Snape la miró confuso, mientras Lily trataba de consolarlo.

—¿Eso fue grosero?, vaya esta vez no quería serlo.

—Snape eres como un maldito hipogrifo en una cristalería cuando se trata de tacto— se quejó Sirius mientras trataba de respirar como le había dicho la señora Petrov — ahora solo no puedo parar de pensar que tuve una relación secreta mientras estaba teniendo un delirio psicótico o algo así.