La Catastrofe de Navidad

341 37 16
                                    

Notas:

Hola a todos, es bueno ver como poco a poquito hay persona interesadas en esta historia, espero que pronto seamos más.

En fin, dejamos el capítulo anterior lleno de drama y las cosas no se detienen solo diré que Severus debería poner un repelente de Gryffindors en su puerta. Y también como me gusta complicarme la vida puse un pequeño dialogo entre Severus y un personaje hispano y como toda historia ubicada en Reino Unido escrita en español y con personajes que hablan español, pues usé la vieja confiable puse en cursiva las frases en las que se habla en español junto con un par mexicanismos para que no se pierdan.

Nota aparte no me di cuenta de que en el capítulo pasado no expliqué que era un Torie así que un Torie mis amigos es el miembro del partido conservador inglés y es obvio porque en pobre un pueblo de trabajadores no son muy queridos.

______________________________

Remus llegó a casa, recibido por el aroma de estofado y pan recién horneado. Tiny estaba leyendo otro de esos libros desconocidos para él, esta vez era Crítica de la razón pura de un tal Kant.

—Hola, Tiny, ¿es entretenido lo que lees? —preguntó con desinterés.

—Va con el panorama político actual —respondió Tiny, dejando el libro a un lado.

—No quiero ni imaginar cómo un libro del callejón Knockturn puede retratar el panorama político actual.

—En realidad es un libro muggle. Hay una librería de segunda mano en la salida de Knockturn hacia Old Compton. Los únicos libros de Knockturn son pornografía y panfletos de chismes.

—Y peligrosos libros de magia oscura —añadió Remus, revisando el estofado en la cocina.

—Esos no cuentan; solo los compran los ricos sangre pura. No es que importe mucho, cuando la gran parte de Knockturn apenas sabe hervir agua con una varita.

—Sabes, Tiny, a veces me pregunto cómo puedes ser... bueno, ya sabes... cómo eres, viviendo en un lugar como ese —preguntó Remus algo avergonzado mientras comía. Siempre había sentido curiosidad sobre cómo un hombre sin educación formal tenía la cultura de Tiny, y cómo alguien así pudo haber sido estafado por Mundungus Fletcher.

—¿Cómo leo libros muggles, voy a terapia y sé hacer más que hervir agua con una varita?

—Sí, eso... si no te molesta —dijo Remus, esperando no ser demasiado entrometido. Aunque al principio tuvo dudas cuando vio al gigante tatuado y bigotón llegar en compañía de Sirius, Tiny era una gran compañía y un magnífico cocinero.

—Solo si a ti no te molesta. Sirius se puso a llorar cuando se enteró.

—Soy un tipo de piel dura y no crecí tan protegido como Sirius. Sé que no es lo mismo que vivir en el callejón, pero hubo momentos difíciles para mi familia y para mí —respondió Remus, curioso.

—Bueno, así como me ves, era un niño bonito, y a muchos clientes ricos no les gustan los niños ignorantes. La matrona me enseñaba modales y me hacía leer y cultivarme para poder subir mi precio. Cuando fui demasiado mayor para ese "trabajo", estaba ya muy acostumbrado a leer, así que usé libros muggles, que eran más baratos, para compensar —respondió Tiny con tranquilidad, como si hablara del clima.

Remus, aunque no ajeno a la miseria, sintió el estómago retorcerse al oír hablar de niños en ese contexto. Sabía de hombres lobo que habían recurrido a la prostitución para sobrevivir, pues en un mundo donde personas como él eran parias, el trabajo ilegal era su refugio. Aun así, el testimonio de Tiny le impactó profundamente.

Flores en el asfaltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora