Ángel se quedó en silencio, procesando las palabras de Nat. Su mente se llenó de confusión y dolor. ¿Cómo podía terminar así? No se suponía que Nat lo amaba y sentía lo mismo por él. Los recuerdos de lo que le había pasado en la preparatoria con Josué comenzaron a invadir su mente.
Josué también había jugado con sus sentimientos, solo para luego rechazarlo cruelmente. El dolor y la herida del pasado volvieron a abrirse, recordándole lo difícil que era encontrar a alguien que realmente lo amara como él amaba.
Ángel miró a Nat, sintiendo una mezcla de tristeza y decepción. Había cancelado tantos planes, siempre esperando que Nat lo llamara y le dijera que quería verlo. Había sacrificado tanto, solo para darse cuenta de que Nat no estaba dispuesto a hacer lo mismo.
Ángel (pensando): Solo quiero que alguien me ame como yo amo. ¿Por qué siempre tiene que terminar así? ¿No soy suficiente?
Nat continuaba hablando, pero Ángel apenas podía concentrarse en sus palabras. Sentía que cada excusa, cada justificación, era como una puñalada en el corazón.
Nat: Lo siento, Ángel. Simplemente no tengo tiempo para una relación seria ahora. La distancia y mi trabajo no ayudan, y creo que es mejor que nos demos un tiempo para que puedas concentrarte en ti mismo.
Ángel asintió lentamente, aunque su mente estaba en otra parte. Los recuerdos de Josué y el dolor del rechazo se mezclaban con la realidad presente, creando una tormenta de emociones dentro de él.
Ángel: Entiendo, Nat. Solo quería que supieras que... siempre he valorado nuestro tiempo juntos.
Nat le sonrió débilmente, pero Ángel podía ver la distancia en sus ojos. "Gracias por entender, Ángel. Espero que puedas encontrar la felicidad que mereces."
Ángel sintió que su corazón se rompía un poco más con esas palabras. Se despidieron y Ángel caminó de regreso a casa, sumido en sus pensamientos y emociones.
Al llegar, abrió su grupo de WhatsApp y comenzó a escribir.
Ángel: Chicos, Nat y yo terminamos. Dijo que no tiene tiempo para una relación seria.
Carlos: Lo siento mucho, Ángel. ¿Estás bien?
América: Eso suena terrible, Ángel. ¿Qué pasó exactamente?
Ángel: Dijo que está demasiado ocupado y que la distancia no ayuda. Pero no puedo evitar sentir que hay algo más.
Carlos: Quizás solo está siendo honesto contigo. Pero eso no quita que sea doloroso.
América: Tómate tu tiempo para sanar, Ángel. Estamos aquí para ti.
Ángel se sintió agradecido por el apoyo de sus amigos, pero aún no podía sacudirse la sensación de vacío y dolor. Se tumbó en su cama, mirando al techo, tratando de encontrar alguna forma de consuelo en medio de su tristeza.
Ángel se encerró en su habitación, apagando las luces y dejándose envolver por la oscuridad. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras se sentía cada vez más abrumado por sus emociones. Los recuerdos del pasado y el presente se mezclaban en su mente, creando una tormenta de dolor y confusión.
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COLORES DE LA VIDA
RomansLa novela "COLORES DE LA VIDA " sigue la vida de Ángel Antonio, un joven artista y estudiante de medicina en Ciudad de México, quien enfrenta sus miedos y el dolor del pasado mientras encuentra el amor y la aceptación en Manuel, en un viaje hacia la...