Capítulo 9: Blanco ⚪️= Esperanza=

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Ángel despertó lentamente, sintiéndose un poco desorientado. Miró alrededor de la habitación del hospital y vio a Carlos y América sentados a su lado, sus rostros reflejando alivio al verlo abrir los ojos.

Carlos: Hey, bienvenido de vuelta.

América: Nos tenías preocupados, Ángel.

Antes de que Ángel pudiera responder, el doctor entró en la habitación, llevando consigo una carpeta de documentos y una expresión de seriedad profesional.

Doctor: Buenos días, Ángel. ¿Cómo te sientes?

Ángel: Un poco mejor, supongo. ¿Qué me pasó?

Doctor: Ángel, has estado bajo mucho estrés emocional y físico. Tu cuerpo y mente alcanzaron un punto de quiebre. Lo que experimentaste fue un ataque de ansiedad severo. Hemos hablado con tus amigos y entendemos que has estado lidiando con muchas cosas.

El doctor se sentó en una silla junto a la cama de Ángel.

Doctor: Queremos ayudarte a manejar esto. He hablado con un terapeuta que te puede ayudar a procesar tus sentimientos y experiencias. También te recetaremos medicación para ayudarte a estabilizar tu estado de ánimo mientras comienzas la terapia.

Ángel asintió lentamente, sintiendo una mezcla de alivio y miedo ante la perspectiva de enfrentar sus problemas.

Ángel: Gracias, doctor. Creo que necesito ayuda.

Doctor: Es un gran primer paso, Ángel. No estás solo en esto. Con el apoyo adecuado, puedes mejorar.

El doctor le explicó a Ángel el plan de tratamiento en detalle, incluyendo las citas de terapia y la medicación que necesitaría tomar. Luego de asegurarse de que Ángel entendiera todo, el doctor sonrió amablemente.

Doctor: Puedes ser dado de alta hoy, pero recuerda que este es solo el comienzo. Tus amigos y nosotros estaremos aquí para apoyarte en cada paso del camino.

Ángel fue dado de alta del hospital más tarde ese día. Carlos y América lo llevaron a casa, asegurándose de que se sintiera cómodo y seguro.

América: Vamos a estar contigo en cada sesión de terapia, si quieres.

Carlos: Y te recordaremos tomar tus medicinas. No tienes que hacerlo solo.

Ángel sonrió débilmente, sintiendo una calidez en su corazón por el apoyo de sus amigos.

Ángel: Gracias, chicos. Realmente lo aprecio.

Los días siguientes, Ángel comenzó a asistir a sus sesiones de terapia. Aunque al principio le resultaba difícil abrirse, poco a poco comenzó a hablar sobre su infancia, su relación con Josue, sus padres y Nat. La terapia le permitió explorar y entender mejor sus sentimientos, así como aprender nuevas formas de manejarlos.

El terapeuta, una mujer llamada Laura, era comprensiva y paciente.

Laura: Ángel, es importante recordar que tus sentimientos son válidos. Has pasado por muchas cosas difíciles, pero aquí, estamos para ayudarte a sanar.

Ángel empezó a encontrar una chispa de esperanza dentro de sí mismo, una que no había sentido en mucho tiempo. Aunque sabía que el camino hacia la recuperación sería largo y lleno de desafíos, también sabía que no estaba solo.

Ángel se quedó en su habitación, reflexionando sobre todo lo que había pasado. Las últimas semanas habían sido una tormenta emocional, y ahora, sentado en su cama con el respaldo de sus amigos y un plan de tratamiento, comenzó a ver las cosas con más claridad.

Ángel (pensando): "Todo este tiempo, he estado cargando con tanto dolor y rechazo. Desde Josue hasta Nat, y la constante desaprobación de mis padres. Pero esto no puede definir quién soy. No puedo dejar que el rechazo de otros determine mi valor."

Los días pasaron y Ángel se dedicó a seguir su tratamiento. Sus sesiones de terapia con Laura le ayudaron a abrirse y a procesar sus experiencias de manera saludable.

Laura: Ángel, has hecho grandes avances. Es importante recordar que no eres responsable de las acciones de los demás. Tus padres, Josue, Nat... todos ellos tomaron decisiones que te lastimaron, pero eso no define quién eres ni lo que mereces.

Ángel: Gracias, Laura. Estoy empezando a entender que merezco algo mejor. Que merezco ser feliz y amado por quien soy.

A medida que los meses avanzaban, Ángel comenzó a ver cambios positivos en su vida. Sus notas en la universidad mejoraron y recuperó su lugar como uno de los mejores estudiantes de su clase. Sus prácticas en el hospital fueron una experiencia enriquecedora y, por primera vez en mucho tiempo, Ángel se sintió verdaderamente apasionado por su futuro.

COLORES DE LA VIDAWhere stories live. Discover now