DDPTUC - Samo Twice

XXXVI

Un poco nerviosa por el comportamiento de Sana, Momo entra en la sala de conferencias y se sienta. Saco su cuaderno, lista para toma notas, cuando...

—¡Ahí estás, conejita!

—"Conejita"-¿Qué? —Momo miro a la castaña, completamente confundida

Sana le sonríe. Momo resopla, dándose cuenta de que no va a darle muchas explicaciones. Se sentó a su lado y se coloco un mechón suelto detrás de su oreja.

—¿Qué haces aquí? —Momo dijo con clara molestia— No tienes esta clase

—No, no la tengo —Sana confirmó mientras le guiñaba el ojo— ¿No tienes suerte?

Momo la mira, su atuendo es... casi apropiado, según Momo. Ella está definitivamente ahí por un propósito, sin embargo, en respuesta a la mirada de Momo, también la mira de arriba a bajo.

—Dios, te he extrañado —Sana hizo un puchero— Y cualquiera que sea esta declaración de moda —Señala el atuendo de la chica

—Estoy en clase —Dijo Momo, deseando que se vaya

—¿Y qué? 

Momo pone sus ojos en blanco y decide dejarla estar —¿Es esta la sorpresa de la que hablabas? —Momo preguntó— Si es así, ¿Dónde está el chocolate?

—¿Eh? ¡No, tonta! Tendrás que seguir esperando —Sana respondió— Eres una mascota muy impaciente

Antes de que Momo pueda responder, el profesor entra a la sala y todos se callan. Inmediatamente, como si siguiera un plan desconocido, Sana se acurruca cerca de Momo.

Si quiere estar cerca de Momo, ¿Quién era ella para negárselo? Se decía la pelinegra.

De repente, el profesor hace una pregunta a la clase.

Sana ríe por lo bajo —Creo que eso no lo sabría ni un nerd —Sana miro a su nerd— ¿Verdad, nerd?

Momo rodó los ojos, podía sentir los ojos clavados de Sana en ella mientras levantaba la ano. Dio la respuesta impecablemente, incluso recitando citas. La castaña la mira boquiabierta.

—Tú... en realidad eres inteligente....

—¿Era un cumplido, Sana? —Momo preguntó

—¡Sí! ¿Y qué? —Afirmó con una mueca— ¡Lo eres!

—¿Te gusta eso de mí? —Momo comenzó a frotar juguetonamente su brazo contra el de la menor

Tartamudea —Yo... ¡N-no!

—¿Segura? —Preguntó con una sonrisa coqueta

—¡N-no seas molesta, to-tonta! —Volvió a tartamudear— ¡Mierda! 

Sana comenzó a mirarla acusatoriamente, le estaba echando la culpa, pero estaba claro que ese tema la ponía nerviosa.

—¿No puedes aguantar que te lo digan, Sana?

La castaña se sonrojo —Es bonito...

Momo la escucha resoplar, pero capta su sorisa.

—¡Inteligente y divertida, pero un poco imbécil! —Sana se retuerce para ponerse cómoda

—Puedes retroceder un poco si quieres —Le dijo Momo

—Sí que puedo —La castaña no hace ningún movimiento para hacerlo

Momo rodó los ojos, la empujo un poco con el hombro, pero Sana sonríe —¡Deja de hacerte la dura, idiota!

—Esto sigue sin significar nada —Momo dijo, mientras miraba al frente.