DDPTUC - Samo Twice

XL

Momo entra a la universidad, yendo directamente al gimnasio. Cuando llega a las puerta del gimnasio, oye la voz de Sana.

No se le entiende lo que dice, pero parece que gritaba con urgencia. Momo se quede escuchando afuera para ver si es Sana —¡Aquí! —Parecía que la voz venía del armario.

Momo entra al armario del gimnasio. No sabía si alguna vez había estado en el gimnasio, y mucho menos en el armario.

Como era de esperar, la sala estaba llena de aparatos de gimnasia, balones de baloncesto, pesas, pompones y una silla singular en el centro. Pero no estaba Sana, la pelinegra podía jurar que su voz venía de ahí.

—Mi salvadora. Viniste. Sabía que lo harías —Momo se gira y mira a Sana cerrando la puerta de tras de ella— ¡Eh! Deberías de haber venido corriendo a salvarme —La miro Sana con el ceño fruncido— No elegir tu mejor ropa

—¿Qué quieres decir? Yo no...

La mayor noto la chispa de alegría en los ojos de Sana cuando la mira —Espero, espera. ¿Estás tratando de decir que me veo bien?

Sana rodó los ojos —Duh. Te ves bien. Para ser una nerd 

—Gracias, Majestad —Momo bromeo

—Es bueno que hayas venido tan rápido —Sana le sonríe— Nadie va a estar aquí por un rato. Estamos solas

—Bueno, mierda

—Anzuelo, línea y plomada, héroe —Sana dijo

La volvieron a engañar, quizás ya debería de haberlo visto venir, Momo se preguntaba por qué no lo hizo. Sana se acerca lentamente hacia Momo, esta retrocede hasta sentir la silla detrás de ti.

—Siéntate 

—Uh... —Momo duda— No, gracias

Sana sonríe —Insisto —La empujo ligeramente y Momo se sentó

—¿De qué parte del plan se trata?

—¿Supones que sólo hay un plan? —Sana la miro como si fuera la persona más tonta— Me siento herida. Soy animadora, ¿Recuerdas? Soy muy flexible... Momo.

Momo traga saliva. Puede que sea la primera vez que dice su nombre en mucho tiempo.

—Tengo miedo —Momo dijo, mentiría si yo digo que en verdad bromeaba

—No es muy heroico —Sana le respondió, con un puchero

—¡No intentaba serlo! —Momo la miro sonrojada

—Desde el principio, ¿No?

—¿Quería qué? —Momo frunció el ceño

—Yo para usarte —Sana se acercó más— Dominarte

Sana se detiene tan cerca de Momo que podía sentir el calor de su cuerpo cerca del suyo. Resulta embriagador para la mayor tenerla al alcance de la mano y aún así no poder tocarla como quería.

—Sí. Muéstrame —Momo dijo y Sana se ríe de ella

—¡Ansiosa! ...Bien —Sana se para frente a ella, mirándola— Este es el punto en el que suplicas

—¿Cómo? —Momo preguntó

Sana pone los ojos en blanco —Vamos, Momoring. Sé buena y empieza a rogar —Le sonrió pícara

La castaña se inclino hacia delante y presiono sus labios contra la oreja de Momo, agarrando el lóbulo entre sus dientes. La respiración se entrecorta, los párpados se caen, la mayor se agarra a los lados de la silla.