XLVIII

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El viaje hasta desde el departamento de Momo hasta el complejo fue largo, bastante, ade cir verdad, Momo logró dormir un rato. No estaba segura de dónde estaba, pero estaba bastante segura de que era cerca del mar.

—¡Momoring! Ya estás aquí —Sana baja por las escaleras en bikini, con el aspecto caro de siempre

Le sonríe alegremente. Sus sonrisas se habían vuelto más cálidas últimamente. Cuando se pone delante de Momo, la nariz de esta se inunda de su aroma a vainilla.

Momo se prepara para darle un pequeño beso, pero Sana actúa primero. La agarro por delante de la ropa y estrello sus labios contra los de su mayor, Momo no tardo en reaccionar, frunció sus labios para amortiguar el impacto.

Momo le tomó las mejillas con sus manos profundizando el beso, Sana toco los labios de Momo con su lengua, para que esta la dejará entrar, sin dudarlo, Momo la dejo.

Movía sus labios al mismo tiempo, sincronizándose bastante bien, Sana se separo por falta de aire y miro a Momo con una sonrisa.

—Hola, amorcito —Sana la miro con ternura— Me alegro de verte

—Yo también me alegro, Sana —Momo dijo

La castaña le dio un picotazo en en los labios, pero este más corto.

—¿En serio? —Alegre, se pasa el pelo por detrás de un hombro— ¿Mencione que estamos solas? Todo el personal se fue. Le dije al conductor que se fuera en cuanto te dejara

—¿A tus padres no les importa? —Momo pregunto preocupada

—Mis padres no lo sabe —Sana suelta una risita y suspira— Como si les importara lo suficiente como para comprobarlo. Sabes...

Sana baja la voz y da un paso más hacia Momo, apretándose contra ella —Podríamos ponernos a hacerlo... Aquí mismo. Ahora mismo —Sugirió

Momo se acerca y sus labios ciernen sobre el cuello de Sana sin previo aviso, Sana se sorprende pero no se niega a nada, siente el calor de su aliento contra su piel, produciéndole escalofríos.

Con un toque ligero como una pluma, Momo roza las orejas de Sana con sus labios. Un suave jadeo se escapa de sus labios cuando le recorre la cintura con las manos.

—Bésame —Sana pidió

—No —Murmuro la pelinegra

Siguió provocándola con suaves besos en la curva de su cuello, disfrutando de los suaves suspiros y escalofríos de Sana y luego se aparta. Sana se tambaleo sobre sus propios pies.

—¡¿Te detienes ahí?! —Dijo con claro enojo

—Sí —Momo respondió con indiferencia

Sana gruñe, pero vuelve a centrarse —Bien. ¡Vamos, perdedora! ¡Quiero enseñarte esto!

Con impaciencia, Sana agarra de la mano a Momo y empieza a arrastrarla por la habitación, sin embargo, antes de irse, se fija en un cuadro colgado en la pared, sólo uno. Son Sana y una mujer mayor, bien vestida y de aspecto severo.

—¿Es tu madre? —Preguntó con duda y Sana asintió

—Es preciosa, ¿Verdad? —Dijo Sana con un poco de admiración

—Y aterradora... —Momo susurro

Después de vacilar un poco, Sana jala de la mano a Momo con más fuerza —Vayamos a otro lugar

—Pareces tan triste en esa foto —Momo siguió mirando la foto

Nota que su madre tiene la mano firmemente sobre el hombro de Sana, al darse la vuelta, ve caer la cara de Sana.

DDPTUC - Samo TwiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora