12. Fútbol y ovejas

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Álvaro

Me estaba empezando a doler mucho la espalda. Putos libros.

Llegué al colegio, prácticamente arrastrando los pies, cansado de la vida. Y siempre tiene que estar mi gran amigo Diego para animar el día.

—Hombre, Álvaro —me dijo muy animado.

—Hola —dije.

—¿Acaso bebiste agua?

Yo fruncí el ceño.

—Porque te veo muy seco amigo.

¿Eso debería ser un chiste? Porque es muy malo.

Diego se rió él solo.

—¿Entendiste?

—Sí, Diego, sí. —Puse los ojos en blanco.

—Bueno —carraspeó—. ¿Me acompañas al baño? Va a ser rapidísimo.

—¿Para qué?

—Tú verás —se encogió de hombros.

Le seguí hasta el baño y lo primero que le preguntó fue:

—¿Tienes algún chisme?

—Chismoso —murmuré.

—Bueno, tendremos que hablar de algo mientras me pongo crema solar.

Ladeé la cabeza.

—¿Te pones crema solar?

—Álvaro, mira como tengo la puta piel.

Bueno. La verdad es que sí. Diego la tiene muy pálida para un muerto por congelación.

—My piel es muy sensible.

—¿Ahora te crees british?

—Of course —me guiñó un ojo.

Parecemos más novios que mejores amigos.

Aparte de la crema solar, terminó poniéndose otra también. Me hace mucha gracia verle hacer eso, se ve muy mono.
También esa crema maravillosa le hacía tener la piel muy suave. Creo que esto es consecuencia al tener varias hermanas.

Estuvimos hablando sobre la Eurocopa de este verano, un poquitín tarde pero no pasa nada. España lo ha hecho genial, ningún partido perdido en toda la Eurocopa.
También sobre la Copa América.

—Todos sabemos que España el mejor —concluyó.

—¿Y entre Argentina y Colombia? —pregunté.

—Bueno, no sé... me da igual. Cada uno dió su esfuerzo, ¿no crees?

—Obvio, pero sobre todo los ganadores que son Argentina y España. —Razoné

—Me dió mucha pena Croacia, pobre Modric, y también por Alemania, por Kroos.

—También Portugal —añadí.

Qué pena que seamos un clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora