17. Starboys

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Blanca

Me dirigía al insti con mucha ilusión, supongo. Iba escuchando música, la de «Live while we're young» de One Direction.

En mi opinión, no soy muy fan del reguetón, puedo soportarlo pero soy más del pop. Tengo a dos favoritos: The Weeknd y One Direction.
El mejor Louis Tomlinson de One Direction y punto.

Hoy era un lindo miércoles 4 de diciembre. Dentro de poco ya era fin de semana con un puente, creo. Debería haber, ya que el 6 el día de la Constitución Española y el 8 el día de la Inmaculada Concepción.

Venía también sobre pensando respecto a lo de los libros.

¿Qué bicho le picó a Álvaro?

Pero me pareció genial, ni Jorge lo haría. Casi me moría por dentro.

Aparte, puta ofensa que me dijo Álvaro al decirme que Los juegos del hambre eran un poco basura.
En una de mis sagas favoritas, aunque no le tengo un cariño obsesivo.

De todas formas, comprendo que opine así, porque la verdad yo no me imagino leyendo el libro.

—¿Qué escuchas? —me preguntó Eduardo por detrás.

Yo me giré y sonreí forzadamente. Estaba cansada.

—Anuncios de Spotify —mentí.

—Interesante, ¿y qué anuncia ahora?

—Lo típico del coñazo de Spotify Premium.

Le robaré la cuenta a mi madre, que ella prácticamente no lo utiliza y tiene el premium.

—¿Ahora qué tenemos?

—Un miércoles a primera hora, no tengo ni idea. Lo único que sé es que tenemos a última hora con el tutor.

—Gracias por la información, Blanca.

—De nada, Edu. —Alcé ambas cejas.

Me puso el brazo alrededor mía y nos dirigimos juntos hacia clase.

—Algo temprano, pero, ¿qué harás estas navidades?

—Aburrirme, abrir regalos y ver maratones de series con Jorge. ¿Y tú? —me giré para verlo.

—Yo me voy de viaje a Lisboa.

—Puto suertudo...

De repente se reproduce otra canción. La de «Starboy», The Weeknd.

Yo sinceramente, empecé a seguir One Direction cuando me vi Tadeo Jones, que cuando viajan a Machu Pichu, suena: «What makes you beautiful», y también gracias al Just Dance. Una historia un poco cutre pero es la verdad.

Me fui a mi sitio, me pilló por sorpresa que era la última.

—Blanca llegando la última, esto es histórico —bromeó Álvaro.

—Tampoco es que tú llegues tan temprano, amigo.

Me senté y él me miró fijamente.

Intenté disimular mis nervios sacando mi mis cosas de la mochila.

—¿Qué escuchas?

Hostia, aún tenía los auriculares. Por eso oía música en inglés.

—Prueba —dije sin pensarlo.

Estaba tan concentrada en disimular los nervios, que no me percataba lo de mi alrededor.

Joder, ¿por qué me pongo nerviosa? Puta mierda.

Qué pena que seamos un clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora