Camino con toda la confianza del mundo hacia el despacho de mi jefe. He trabajado durante 3 años en Mitsu Company para demostrar mi valía sin que se me de la oportunidad de ser escuchada. Pero, hoy será diferente. Tiene que escucharme está vez. No puede ser tan cretino.
- No.
Miré a mi jefe con sorpresa. Sé que sabe que estoy furiosa y a punto de explotar, pero contengo mis palabras con la calma que no tengo idea de donde salió.
- ¿Qué? ¿Por qué no? -Decido actuar un poco desesperada- Jefe, usted sabe cuánto me he esforzado por ser de las mejores empleadas. ¡He trabajado horas extras durante estos 3 años! Hasta le traigo café y le llevo la ropa a la tintorería, aunque ese es el trabajo de su secretaria. ¿Acaso mi trabajo no vale nada?
Noto que su seño fruncido se suaviza levemente. Pero, no tarda en volver a su semblante severo.
- Lo siento, Yoshiko. Estoy al tanto de tus esfuerzos y déjame decirte que eres una empleada invaluable en la empresa, pero... -Titubea-
- ¿"Pero"? ¿Cómo que "pero"?
Alex está nervioso, aunque trata de ocultarlo, no lo logra. Evita mi mirada. Claro, fue el mejor amigo de mi padre, lo que sea que está a punto de decirme no debe ser fácil para él.
- Alguien más ya está a cargo de el proyecto. -finalmente lo dice, resistiendo a morderse el labio con nerviosismo-
Me quedé atónita. No encontré palabras para describir cómo me sentía en ese momento. El trabajo de 3 años, la investigación de mi vida y la de mi padre estaba en manos de alguien más. Estaba derramando rabia, que casí inundaba la habitación.
- ¿Quién? -intenté no tartamudear por mi desconcierto, claramente, en vano-
- Remi Park.
- ¡¿Remi?!
Ya no pude contenerme más. Mi ira ya había salido sin permiso y el grito que soltó nos sorprendió a ambos, aunque aún así no me molesté en detenerme.
- ¿Por qué ella? ¡Acaba de ingresar a la compañía hace menos de un año! Quiero creer que usted no tomó la decisión...
- No fue así. Quien lo decidió fue el jefe de la empresa Park.
- Su abuelo. -le dediqué una mirada de "¿Es en serio?"-
- No es solo por su parentesco. La señorita Park ha demostrado ser muy hábil a pesar de su corta edad y su poca experiencia.
- Por supuesto, y yo tengo cero habilidades en comparación con ella.
Alex pareció sorprendido por mis palabras, sé que no es su culpa, pero no puedo evitar estar molesta... Decido esperar a que sepa qué decir. Me mira con arrepentimiento.
- Sabes lo importante que era tu padre para mí, Yoshiko, pero... -suspira- lo siento, esto... Está fuera de mis manos por el momento.
-no me queda más que agachar la cabeza y resignarme- Lo entiendo, tío Alex... Igual, no puedo evitar decepcionarme, pero sé que no es tu culpa.
-su ceño se levanta un poco- Yoshiko, entre todas las personas que trabajan aquí, tú eres quien más a demostrado que se merece estar en la sima. Sin embargo, no quieres la cima... Quieres descubrir, mejorar, avanzar. Tienes las virtudes de tu padre. Por eso no puedo extrañarlo demasiado, porque cuando te veo, lo veo a él en ti... -recarga su mano en mi hombro- él estaría muy orgulloso.
Levanto la vista para ver una sonrisa y una mirada cansada con arrugas. Mi enojo hacia él se ha desvanecido, así que le devuelvo la sonrisa.
- Gracias, tío Alex. Pero, sabes que no me rendiré hasta lograr nuestro sueño, ¿No? -lo miro desafiante con una sonrisa divertida-
- Ja, ja... Eso espero, pequeña revoltosa -me revuelve un poco el cabello y me mira con complicidad- Anda. No me decepciones, niña.
- ¡Ja! Eso jamás. -doy la vuelta y salgo del despacho-
En cuanto salgo, mi sonrisa forzada se desvanece y mi mirada triste finalmente aparece sin invitación. Suspiro mientras camino a paso lento. Cuando salgo del edificio, veo una silueta femenina ejemplar. La reconocería en cualquier parte.
- Hola, Yoshi. -encorva sus gruesos labios en una encantadora, pero hipócrita sonrisa- Ay, te ves agotada, ¿Estás bien? No has estado trabajando demasiadas horas extras, ¿No?
- Hola, Remi. -la miré. No me molesté en ocultar mi enfado- Bueno, algunos sí tenemos trabajos importantes, ¿Tú qué has hecho? Digo, además de cambiar el color de tus uñas.
Su mirada se vuelve más sombría, pero rápidamente la corrige. La conozco desde la universidad y sé que no se descubriría la cara en frente de tantas personas.
-Meneó su falso cabello rizado con orgullo- le dedico más tiempo a mi hermosa cabellera que a mis uñas. Pero, para tu información, he estado muy ocupada trabajando en un proyecto muy importante... -me mira con superioridad-
Sé que está disfrutando de mi desgracia, pero no le voy a permitir satisfacerse en mi agonía.
- El proyecto "Monsuta", ¿Cierto? -la veo hacía abajo con desinterés-
- ¿Oh? ¡No me digas que ya lo sabes! -finje sorpresa, luego pone una de sus caras más inocentes y hace pucheros- ¡Oh no, Yoshi! Lo lamento mucho. Sé lo importante que era dirigir este proyecto para ti. Por favor no te molestes conmigo.
-le dedicó una sonrisa forzada- No pasa nada. -hablo entre dientes- De cualquier forma, tengo otros proyectos que atender.
- Me alegra que tengas algo más en qué entretenerte mientras mi equipo y yo trabajamos en este proyecto tan importante... Ya sabes, este tipo de proyectos no debe dejarse en manos de cualquiera, porque son el tipo de proyectos que cambiarán el mundo. -suela una risilla insoportable y me sonríe- Espero que tengas exito en lo que sea que estés haciendo, Yoshi. La próxima vez que nos veamos, seremos de posiciones muy distintas. -se inclina para susurrarme- Yo estaré en la sima, y tú seguirás en el mismo lugar de siempre. Nos vemos luego.
Al fin, se marcha, dejándome con un coraje que no puedo explicar con palabras. La impotencia hace que mis lágrimas salgan. Pero, antes de que alguien se de cuenta, me pongo unos lentes oscuros y camino lo más rápido que puedo. Tengo intenciones de ir a casa, pero antes, quiero ir a beber algo.
ESTÁS LEYENDO
Algún Día
FanfictionLa ciudad de Tokio está bajo amenaza de los Kaijus. Desde que tengo memoria, los ciudadanos de mi hogar hemos tenido que hacer lo posible por mantenernos con vida y evitar a toda costa involucrarnos con esos monstruos. Hasta ahora, lo único que pode...