Episodio 6 - "Mi caballero"

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- Milo, ¿Tú hiciste esto? -todavía no puedo creer lo que hay frente a mis ojos-

- Bueno... Es solo una de mis ideas más brillantes, aunque está mal que yo lo diga je, je -se rasca la nuca avergonzado-

- Es una idea increíble...

- ¿O-O sea que no crees que sea posible?

- ¡No, todo lo contrario! Es viable. Eso es lo que la hace tan increíble... -me quedo fascinada- Pero, ¿No es muy parecido a lo que hace DaiCorp?

- No, para nada. Sí notas, es muy distinto. DaiCorp hace armamento y protección para los soldados. Está es una armadura que le permite a la persona que la porta una fuerza y poderes muy parecidos a los de un Kaiju.

- Por Dios, Milo. ¡Eres un genio! -me recargo en la silla- Ah... Ahora mi idea parece una basura.

- ¿Qué? ¡No! Yo no creo que sea así.

- Ja, ja, ni siquiera la haz visto...

- Pues, enséñame.

Le sonrío y le paso mi teléfono con el documento de mi idea.

- ¿Energía cinética? Wow, Yoshiko, esto es...

- ¿Patético?

- ¡Revolucionario! ¿Quién hubiera pensado en usar los movimientos de un Kaiju para dar energía a algo que puede igualarlos? Asombroso.

- Bueno, el problema es que...

- ¿De dónde sacaremos un Kaiju?

- Exacto. No hay manera de llevarlo a cabo.

- No te rindas, Yoshiko. -me reconforta- Es una gran idea. Tal vez encontraremos la forma más adelante.

- Gracias, Milo... Mientras tanto, hay que hacer algo sobre tu idea. Es mejor avanzar con eso.

- Me parece una idea genial.

Milo y yo pasamos toda la tarde, hasta avanzada la noche. Voy camino a casa, el camino ya está desierto y todo se ve más sombrío. Milo se ofreció a llevarme, pero me negué porque se veía cansado. He aquí las consecuencias. Sé que soy perfectamente capaz de defenderme, pero aún así, no puedo evitar tener miedo... ¿Y si aparece un Kaiju? Aquí no hay nadie, mucho menos Ultraman para protegerme.

Con el valor máximo que me queda, camino mirando en todas direcciones para estar en guardia por si pasa algo. Y luego, sucede lo que más temía. Escucho un feroz rugido. Es Neronga. El miedo me invade y decido correr. Estoy a punto de pasar por la calle, cuando Neronga llega y me cubre la única salida que tenía. Me doy la vuelta con desesperación y corro lo más rápido que puedo. Mi torpeza aparece en el peor momento y hace que me tropiece, hiriéndome el talón. Ahora no puedo levantarme y gesticulo con dolor. Cierro los ojos con fuerza, al ver que el gigantesco cuerpo del Kaiju se cierne sobre mí. Espero a que llegue mi final, pero nunca llega... Algo me levanta en el aire. Abro los ojos para ver a mi héroe, Ultraman. Una vez más estoy cara a cara con él. Veo sus ojos y no puedo evitar sonreír.

- Ultraman... -pronuncio casí en un susurro-

Él no dice nada. Se dedica a colocarme en un lugar seguro, lejos del Kaiju. Por mi parte, no quiero ser una distracción para él así que decido que escapar es lo mejor para todos. Escucho a Ultraman quejarse de dolor, lo cual hace que mi corazón se ablande y...

- No quiero dejarlo así... -pero sé que no puedo hacer nada- ¡Ahg! ¡¿Por qué tengo que ser tan inútil en este momento?! Ay, si tan solo fuera tan grande como él... -una idea pasa por mi mente- No... No, es imposible. ¿Cómo se me ocurrió esa tontería? Ja... -miro de nuevo a Ultraman batallando con Neronga- ... Ay, por Dios, ¡Debo estar loca...!

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