Han pasado siete días desde mi pelea con Remi. Desde entonces no la he vuelto a ver por aquí, lo cual me gusta. Puedo trabajar sin preocuparme por sus inesperadas apariciones. Y además, gracias a su ausencia, he podido descansar bien y lograr desarrollar un nuevo proyecto. Es emocionante. ¡No puedo esperar mostrárselo a Alex! Estoy cien porciento segura de que le encantará.
Estoy llendo camino a su oficina, cuando escucho una voz familiar detrás de la puerta. Estaba decidida a entrar, pero me detengo para escuchar de quién se trata. A los pocos segundos me percato de que la voz que escucho no es de Alex. Es Remi.
- Para mí no es fácil decirle esto, señor Wong... ¡Pero, ya no puedo contenerme más! -solloza- Yoshi fue mi mejor amiga hasta la preparatoria, pero ha cambiado tanto desde entonces. Ya no la reconozco... Hace una semana, me amenazó porque le conté que iba a encargarme del proyecto "Monsuta"... Enloqueció por la noticia. Creí que se pondría feliz por mí, pero... -deja de hablar y llora más fuerte- ¡Por favor, tiene que hacer algo...!
Mi decisión continua es tocar la puerta. Estoy convencida de que Alex no le cree, así que no tengo nada por qué esconderme. Alex responde y yo entro con la cabeza alta.
- Me disculpo por la interrupción, Sr. Wong, pero hay algo importante que quiero compartir con usted. -ignoro a Remi y su drama-
Alex me mira con el ceño fruncido.
- Yamada, es de mala educación irrumpir así en una conversación. ¿Qué es eso tan importante?
- Es sobre mi proyecto, pero... No quiero que ella esté aquí. -miro a Remi con superioridad y luego vuelvo a ignorarla-
Me sorprendo al escuchar que sus sollozos aumentan. Detesto admitirlo, pero, sus habilidades de actuación son impresionantes.
- ¿Ya lo ve, Sr. Wong? A ella no le importa herirme... -se seca las lágrimas- No puede dejar que esto continúe...
Veo cómo Alex le frunce el ceño, pero cierra los ojos antes de que ella lo note. Sé lo que está pensando: "Que mocosa tan molesta". Lamentablemente para ambos, él no puede hacer nada, ya que su superior es el abuelo de Remi, la persona que más la malcría.
- Creo que ya hemos escuchado suficiente. -una tercera voz desprende de la silla del escritorio que estaba de espaldas-
Siento cómo los colores bajan de mi rostro. Es el Sr. Kang... Estoy frita.
- Lamento que nos reencontremos en estas circunstancias, Srta. Yamada. -me mira con desdén debajo de sus impecables anteojos- A pesar de que su amistad con mi nieta terminó hace años, ella nunca ha dejado de hablar de usted... Aunque no maravillas. -su mirada se intensifica. Es un hombre con autoridad, no solo lo demuestra con sus trajes caros, sino también con su rostro. A pesar de estar lleno de arrugas, su mirada es como la de una pantera insaciable. Me da escalofríos- Voy a ser muy directo, si no le importa.
Se levanta y camina hacia mí, hasta que solo quedan unos pasos entre nosotros. Siento como si me encogiera a cada segundo que habla.
- Mi Remi es lo más preciado para mí en este planeta. Aún más que mi riqueza. Aún más que mis lujos. Y aún más que mi vida. -su odio se intensifica al decir "mi vida". Trago saliva- Sí algo o alguien lastima a mi niña, no me quedaré de brazos cruzados, ¿Lo entiende, no, Srta. Yamada?
- ... S-Sí, señor... Lo entiendo. -agacho la cabeza.
-Que gusto que sea así... -me da una palmada en el hombro- Me da la impresión de que finalmente ha madurado. Creí que nunca lo haría.
Mis labios tiemblan al escucharlo. Quiero decir algo, pero no puedo... Por primera vez, no puedo responder. Me siento como una gacela siendo acechada por un guepardo, pero esto es mucho peor que eso.
- Eso aportará a que acepte con más facilidad mi decreto.
Veo a Alex, pero él evita mi mirada. No es buena señal.
- Srta. Yamada, conocí a su padre y lo admiré. Era un hombre honorable. Fue una pieza clave para la evolución de la empresa. Por eso mismo, no la despediré. -se gira hacia mí. Tengo un mal presentimiento- Sin embargo, lo que le ha hecho a mi sobrina, de igual modo, amerita un castigo...
Hace una pausa que me parece una eternidad. Mi corazón palpita como loco. La espera me mata.
- Le quitaré su puesto.
Sus palabras son como una roca gigantesca cayendo sobre mí. En este momento el mundo es demasiado grande y yo me siento tan diminuta como una partícula invisible a los ojos humanos. No me gusta este sentimiento. Esta vez, Alex no se queda callado e intenta defenderme.
- Señor, ¿No cree que es demasiado?
- No la defiendas solo porque es la hija de tu difunto amigo, Wong. Ni siquiera los une un lazo de sangre. Además, ya es un adulto, no necesita ayuda en el trabajo. ¿Verdad, Srta. Yamada?
- ... No, señor... -estoy hecha pedazos en mi interior, pero si dejo que ese caos salga, solo empeoraré las cosas, así que me muerdo la lengua- Yo... Solo quiero saber, ¿Qué puesto me asignará, señor?
- En la planta baja. Ya te asignamos un nuevo equipo.
- ¿L-La planta baja?
El primer piso del edificio. Donde trabajan las personas de menor aportación en la empresa y los más holgazanes. Me siento indefensa. Y eso tampoco me gusta.
Nuestra reunión finaliza y no me queda de otra más que resignarme a lo que me dijo el Sr. Park. Voy a mi oficina por mis cosas, las meto en una caja y bajo las escaleras hasta llegar a la planta baja, dónde me espera mi nueva, pero no deseada, vida. Abro la puerta y veo a un grupo de personas. Algunos están comiendo sopa instantánea, con los pies sobre la mesa, otros están viendo videos en Youtube, mientras que otros solo duermen sobre papeles con garabatos.
En cuanto entro, todos me miran, lo cual me hace sentir incómoda. Esto no puede ser peor, ¿Verdad?
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Algún Día
FanficLa ciudad de Tokio está bajo amenaza de los Kaijus. Desde que tengo memoria, los ciudadanos de mi hogar hemos tenido que hacer lo posible por mantenernos con vida y evitar a toda costa involucrarnos con esos monstruos. Hasta ahora, lo único que pode...