Héritier [Libro #1]

09. El deseo de los ambiciosos.

El día después del banquete real se escuchó por los pasillos de palacio una noticia de lo más alentadora para el reino: el brujo Anjhe Taehyung estaba esperando al heredero de Gwangju. Tal noticia trajo consigo alegrías como enemistades. Muchos creyeron que se había formado con la primera visita del brujo a los aposentos del rey, intentando encajar el tiempo de creación con el de los humanos. Otros decidieron ignorar la verdad, pues no entendían las leyes de los brujos. La naturaleza favoreció al concubino del rey y le otorgó un poder superior a los de su clase. Ese día inició la lucha por el trono.

Del libro Secretos de la familia Jung, escrita por el historiador J. MINJOON.    

Año 387, febrero.

Taehyung empezó a moverse bajo las sábanas, inquieto por la falta de calor y el espacio libre que tenía al lado. Abrió los ojos poco a poco, se acostumbró a la luz y reconoció que no estaba en su habitación; permanecía todavía en los aposentos del rey, justo sobre la cama donde habían hecho el amor la noche anterior. Tal recuerdo lo orilló a buscarlo, pero no lo encontró en la cama. Lo halló en su enorme escritorio, leyendo documentos que no había visto en su anterior visita. Taehyung sabía que el tiempo de un rey era demasiado corto para disfrutarlo más tiempo y si Hoseok estaba interesado en esos papeles, no existía oportunidad para que pudiese quedarse allí más horas. Por eso, se puso de pie, tomó su ropa y comenzó a vestirse en silencio, sin intención alguna de interrumpir la lectura del rey.

Contrario a sus pensamientos, Hoseok pareció advertir sus movimientos desde su posición, lo que lo orilló a dejar sus documentos de lado y se dirigió a su joven amante:

―¿Planeas retirarte sin desearme una buena mañana? ―le preguntó, desde su lugar―. Pensé que por ser mi cumpleaños merecía un saludo de tu parte.

El brujo se ruborizó ante el evidente reproche. Se cubrió con la túnica, aunque esta presentara todavía el corte realizado por el rey y avanzó unos pasos hacia el centro de la habitación para realizar una reverencia. Fue casi innecesario que hablara, pues Hoseok se había puesto de pie para ir hacia él. Taehyung esperó alguna especie de regaño de su parte por su inadvertido intento de escape, pero en su lugar solo obtuvo una caricia en su cintura y la risa del hombre dirigida a él.