13. El génesis de una guerra silenciosa.

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Nunca se vio una pelea más encarnizada por el trono de la casa Jung que la orquestada entre la reina Leia de Phalles, esposa del rey Hoseok durante diez largos años, y el concubino traído del clan Kim, el anjhe Taehyung

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Nunca se vio una pelea más encarnizada por el trono de la casa Jung que la orquestada entre la reina Leia de Phalles, esposa del rey Hoseok durante diez largos años, y el concubino traído del clan Kim, el anjhe Taehyung. Ningún rey de Gwangju había sido tan cotizado como lo fue el gran rey Hoseok, el Cruel, cuyas luchas habían garantizado la supremacía de su apellido sobre otros reinos. Las continuas disputas entre ambos rivales, a pesar de ser desconocidas para muchos, llenaron de inestabilidad un palacio que parecía no albergar más que intrigas y secretos. Para cuando la reina viuda tuvo que abandonar el hogar de su hijo, un mes después de su llegada, y tras haber puesto sobre la caldera el odio de su nuera y el concubino, ya existían dos bandos formados. Uno tiró del otro durante mucho tiempo hasta que la guerra comenzó solo días después del último banquete pacífico de la familia real.


Del libro Secretos de la familia Jung, escrita por el historiador J. MINJOON.


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Año 387, marzo

El rey se mantuvo firme cuando las noticias del reino vecino llegaron a sus manos. Se hablaba de una reunión secreta entre la familia real y una comitiva enviada por uno de de los reinos más cercanos del oeste: el reino de Minthes. El reino era demasiado pequeño para significar un problema, pero tenían tanto oro que era imposible ignorarlos. Su economía se debía especialmente a las minas que le brindaba su territorio. La fuerza de su ejército era minúscula comparada a la de Daegú, pero poseían tanto dinero que podían alimentar a varios escuadrones durante un largo período de tiempo, en caso existiese una guerra. Sus pasos estaban siendo muy bien planificados, lo que solo revelaban sus intenciones de orquestar un último enfrentamiento entre ambos reinos.

Hoseok suspiró pesadamente y permitió que los sirvientes cerraran los últimos botones de su traje. A su lado, Sir Minseok permaneció impasible, esperando la respuesta del rey.

―¿Crees que hayan negociado la información de los brujos para obtener financiación de la casa Ryun? ―le preguntó el rey a su amigo, después de ordenarle a los sirvientes que se retirasen.

Héritier [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora