No Es Correcto (En Proceso)

Capitulo 5.

"Hermosa"

Nathan.

El whisky amargo y fuerte pasa por mi garganta. Es lo que necesitaba, un buen whisky.

Estoy en una reunión con los mafiosos más buscados de cada país. Estamos aquí ya que al parecer unos bastardos nos están robando la mercancía y eso no nos combiene.

No sabemos bien si es el FBI o algún estúpido que nos quiere joder. Mande a todos mis hombres a buscar por tierra y mar que es lo que está pasando con la mercancía. No voy a parar hasta encontrar a ese bastardo y hacerlo trizas. Reuní a todos por eso mismo, siento que entre todos estoy hay un traidor, uno que sabe cómo moverse y hacer sus jugadas, pero lo que no saben, que yo soy un experto en esto y se jugar mejor que ellos.

Miro a todos con desprecio y enojo, esperando a ver quién abrirá la boca primero.

—Bien, al parecer nadie quiere hablar ahora—. Mi voz sale dura y seca—. ¿Les comieron la lengua o que? ¡Les estoy hablando imbéciles! ¡Contesten! Si uno de ustedes me está traicionando les juro que los mataré uno por uno y el que sepa y no dice nada, le irá peor. Así que les recomiendo que habrán la boca de una vez por todas.

—Nathan, te juro que yo no soy. Sabes muy bien que nunca te traicionaría, soy tu aliado desde mucho antes que tú estés al mando—. Habla el hombre de la mafia estadounidense. Se que el no se metería conmigo, pero no me confío mucho.

—¿Y como se que no me estás traicionando, Richard? Sabes muy bien que aunque seas mi aliado, puedes ser una escoria y traicionarme de igual forma—. Respondo con enojó—.

—Sabes muy bien que yo lo haría, Nathan.

—No me convences.

Miro a el español esperando a que hable. Siento que este hijo de puta me está traicionando. Lo sospecho por qué estubo muy sospecho estos días, ha estado desaparecido bastante tiempo y el nunca se desaparece de esa forma, aparte, me enteré que le estubo llegando mucha mercancía, más de lo que el tiene. Por eso mismo sospecho de el, tengo el presentimiento de que esa mercancía es mía, y si es así lo mataré y me quedaré con todo el poder que tenía.

—Español, veo que las palabras se te fueron ¿Tienes algo que decir? ¿Sabes quién es el que me está traicionando y robando mi mercancía?

—Yo no sé nada, italiano. Así que guardate las amenazas para otro día ¿Quieres? Aparte, ni siquiera sabía lo que estaba pasando y recién me enteró.

—Nadie te está amenazando, imbécil. Así que no te hagas el grande por qué no te queda, se muy bien que te estubo llegando mercancía y mucha, y se muy bien que tú no fábricas mucha ¿Será casualidad que a ti te llegue mercancía nueva y a mí me roben la mía al mismo tiempo? No lo creo, así que habla de una vez antes que te mate—. Lo veo palidecer y ponerse tenso por lo que he dicho.

—Debo irme—. Intenta levantarse eh irse pero no lo logra. Mis hombres lo sientan en la silla bruscamente. El intenta moverse pero es en vano, veo como el terror crece en el al ver que no tiene escapatoria.

—¿Que pasa, hombre? ¿Por qué te quieres ir si todavía no terminamos de hablar o acaso ocultas algo?—. Me levanto de mi asiento para ir hacia su dirección—. Te lo voy a preguntar una vez más y mejor que respondas porque no estoy teniendo mucha paciencia en este momento—. Saco mi arma de atrás de mi espalda para apuntaló en la sien—. ¿Tú me has robado mi mercancía, si o no?

Veo que tiene miedo y rabia al mismo tiempo. Se que se está conteniendo en no decir nada, pero su silencio lo está delatando.

—No pongas las cosas más difíciles, español.