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Cuando JiMin tenía diecisiete años, pensó que lo sabía todo del mundo. Era un omega joven, tenía una buena posición económica gracias al esfuerzo labrado por sus padres, y estaba genuinamente enamorado de SangHyuk. Sus padres se habían opuesto más de una vez a esa relación, empeñados en que él no sabía absolutamente nada de la vida y que definitivamente, SangHyuk no podía ser el amor que tanto había soñado.

Pero JiMin lo ignoró todo.

Estaba enamorado. Quería a SangHyuk y el beta lo quería a él de vuelta.

A los diecisiete años pensó que lo sabía todo. Por eso, terminó aceptando cuando SangHyuk le propuso huir y casarse.

JiMin aceptó porque estaba enamorado. Terminó casándose a final del mes, y los recuerdos eran borrosos desde aquel día, solamente recordaba la felicidad que sentía eclipsada por el desánimo de su lobo.

A los diecisiete años, JiMin pensó que lo tenía todo. Eran jóvenes, estaban enamorados. Tenía un lugar al cual llamar hogar y SangHyuk lo amaba tanto como él amaba a su querido beta.

Su primera vez fue muy lejana a todo lo que soñó que sería. SangHyuk no fue cuidadoso y JiMin todavía recuerda haber llorado por lo incómodo que se sintió tener al beta dentro de él. Pero incluso con eso, JiMin no desistió.

Era amor. Estaban enamorados. SangHyuk lo amaba.

A los dieciocho años, el dinero que JiMin tenia a su nombre se había acabado. Pero ambos se prometieron luchar por su felicidad, incluso aceptando trabajos difíciles que los hacían regresar a casa todo magullados por el esfuerzo del día a día.

Pero JiMin seguía enamorado y SangHyuk seguía siendo el hombre de su vida.

El sexo pasó a ser algo cómodo y SangHyuk soñaba con el día en que JiMin llevará a sus hijos en su vientre. JiMin aunque inseguro, asintió ante la idea, pensando que seguramente sería algo bonito, un hijo producto del amor que ambos se tenían.

Pero el tiempo pasaba y la ilusión se iba convirtiendo en amargura. SangHyuk empezó a distanciarse y JiMin empezó a sufrir silenciosamente ante cada rechazo por el beta.

Ahora, a sus veintiséis años, JiMin se sentía completamente muerto en vida, aunque intentara mostrarse feliz ante cada persona a su alrededor y su equipo de trabajo.

Con mucho esfuerzo había construido una pequeña pastelería y cafetería, y la felicidad que podía tener con sus cercanos, ayudaba un poco para olvidarse de lo desdichado que estaba siendo.

—Hyuuung. —Saludó Jungkook cuando entró al local. El alfa era pareja de TaeHyung. Uno de sus ayudantes en cocina. —TaeHyung se fue muy temprano hoy y dejó sus llaves en la mesa, ¿Se las puedes entregar? Me quedaría más tiempo pero tengo un parcial en quince minutos y por más que... —JiMin lo cortó, tomando las llaves de las manos del contrario.

—Corre Jungkook. Sacarás cero si sigues aquí. —Rió cuando el horror cruzó la mirada del alfa y salió casi corriendo del lugar. Casi al segundo de haber salido Jungkook, TaeHyung llegó hasta él con una bandeja de cupcakes recién adornados.

—Huele mucho a cítricos, ¿Estuvo Gukkie aquí?

—Dejó las llaves, iba apurado porque tenía un parcial. —TaeHyung asintió siendo conocedor de ello, JiMin por un momento se sintió tonto, seguramente TaeHyung ya sabia eso, ambos eran pareja.

—Estaré en el mostrador hoy, JiMin-ssi. Puedes ir a hacer tus pasteles, recuerda que muchos clientes enloquecen por las tres leches con fresa que haces. —JiMin asintió, perdiéndose en el camino hasta la cocina.

Fresas.

Era su olor.

Su lobo había desaparecido de un momento a otro, a veces solo era un pitido sordo que lo aturdía, como un chillido estremecedor que le recordaba lo mucho que el animal estaba resentido con él.

Pero JiMin siguió adelante, aunque muchos lo confundieran como un beta. Un beta casado, que pasaba la mayor parte del tiempo en su pastelería porque al llegar a casa solo encontraba el frío manto de la soledad en besos agridulces y caricias que ya no producían nada en él.

A los veintiséis años, JiMin comprendió que los que todos habían asumido hace mucho tiempo, era verdad.

JiMin no sabía nada de la vida y se había condenado en un matrimonio que lo hacía infeliz.

...

Holaaaaa. 🌠

Esta es la entrada a la nueva historia que sustituirá a Haunted una vez termine. 🥴

Si, JiMin está casadísimo.

Por lo tanto sí, incluye infidelidad.

Entonces si el tema no les gusta, entonces no lo lean. 🥴

Bienvenidas las que sí.

Slide away » YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora