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La mañana después de su conversación con TaeHyung, JiMin se encontró así mismo sentado en el comedor de su apartamento mientras observaba el lugar ocupado frente él. SangHyuk estaba concentrado en su desayuno, sin emitir palabra alguna sobre su día pasado, la razón por la que llegó tarde, o tal vez una disculpa por haber olvidado su pasado aniversario.

JiMin esperó en silencio, buscando la forma de tener la atención del contrario sobre él, pero por más que intentaba iniciar una conversación con el beta, nada parecía tener la fuerza necesaria para instarlo a hablar, y de repente sentía un nudo en su garganta.

—¿Quieres decirlo de una vez? —JiMin se sobresaltó ante el tono brusco con el cual SangHyuk le habló. El beta dejó los cubiertos a un lado mientras veía con poco interés al omega. —Estuve ocupado ayer, olvidé nuestro aniversario, ¿Quieres un regalo o algo? Podemos...

—Quiero el divorcio. —El desconcierto fue notorio en la mirada del beta. Incluso JiMin se impresionó de haberlo dicho de forma tan directa.

—¿Qué? —Cuestionó el beta, acomodándose en su asiento. JiMin se relamió los labios de forma nerviosa, observando al beta con cuidado.

—Lo que oíste. —Decidió seguir adelante, sin titubear.

—JiMin, estamos bien. No entiendo porque deseas terminar con esto, nosotros podemos ir a terapia, podemos...

JiMin se encontró negando.

—No. No es algo de terapia, no es algo que se pueda solucionar, porque... —Suspirando, observó fijamente al beta. —SangHyuk... ¿Aún me amas?

—¿Por qué preguntas eso?

—¿Me amas? —Cuestionó. —La respuesta es sencilla, solo tienes que mirarme a los ojos y decírmelo.

SangHyuk lo observó fijamente, pero cuando iba a responder, el temblor en sus labios y la forma en la que sus ojos se aguaron lentamente, fue la respuesta que JiMin necesitó y que el mismo beta terminó por comprender.

—Te amé. —Susurró el beta. —Fuiste... Fuiste mi primer amor, JiMin... —Se lamentó el contrario mientras negaba. JiMin se mantuvo en su lugar, analizando la realidad inminente que estaba frente él. —Se que quizás estamos pasando por un mal momento, pero yo creo que no es necesario que nos divorciemos, podemos buscar terapia. —Volvió a insistir. —Tengo un amigo que salvó su matrimonio y...

—No estoy buscando terapia, SangHyuk, no... —JiMin se llevó las manos al cabello, alborotándolo en el proceso mientras negaba.

—¿Hay alguien más? —JiMin negó, aunque la imagen de cierto alfa pasó por su mente.

—¿Y tú? —Cuestionó. SangHyuk desvío la mirada. —¿Conociste a alguien más?

—¿Por qué debería estar pensando en alguien más cuando ya te tengo a ti? —Cuestionó de forma lastimera, pero los ojos le decían a JiMin otra cosa. El beta le observaba de manera culpable. —Vamos a intentarlo, cambiaremos algunas cosas. —Mencionó. —¡Podemos tener el hijo que tanto queremos! ¿Lo recuerdas? ¿Salimos hoy? Podemos cenar en tu restaurante favorito, fingir que no pasamos por alto una fecha tan importante como nuestro aniversario.

JiMin negó, levantándose de su asiento mientras avanzaba hacia la puerta. No estaba dispuesto a escuchar más.

—No es lo que quiero. No es lo que tú quieres. SangHyuk, no esperaba que aceptaras tan rápido la idea, así que puedo esperar. —El beta sonrió. —Pero no pienso compartir una habitación contigo, no quiero...

—¿Me estás corriendo de mi casa? —JiMin tensó la mandíbula, negando mientras veía el lugar al cual había llamado hogar durante tanto tiempo.

—Es nuestra casa, hubo dinero de ambas partes cuando compramos este lugar, no te estoy pidiendo que te vayas, ocuparé la habitación de invitados o simplemente me iré con TaeHyung.

Slide away » YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora