Slide away » YoonMin.

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SeokJin Hyung.

Tengo noticias buenas.

...

SangHyuk firmó el divorcio, JiMin. Solo necesitamos tu firma para que seas un hombre divorciado ante la ley.

El omega tuvo que detenerse un momento mientras releía una y otra vez el mensaje enviado por SeokJin. Habían pasado dos días de su extraño último encuentro con el beta, JiMin había terminado contándole todo a TaeHyung y Jin en medio del llanto, mientras JungKook se paseaba alrededor de ellos como un lobo listo para atacar ante cualquier movimiento externo, JiMin todavía podía recordar que el miedo que lo inundó ante las extrañas acciones del beta lo habían aterrado en demasía.

Desde esa noche, había creído totalmente que sería completamente difícil separarse de SangHyuk.

Pero ahora que SeokJin le había dicho que el beta firmó, la incredulidad era lo que desbordaba de él.

Salió de su habitación aún procesando la información enviada por SeokJin. TaeHyung en cuanto lo vio, lo observó con duda, mientras que JungKook estaba al lado del omega, concentrado en la mayoría de hojas de estudio que estaba repasando.

—¿Pasó algo? —TaeHyung no sé contuvo de preguntar. —¿SangHyuk te está fastidiando? —Ante la mención del nombre del beta, JungKook alzó la mirada mientras veía a JiMin.

—¿Necesitas que te acompañe a algún lado, hyung? —Preguntó curioso, dispuesto a dejar de lado su estudio mientras ofrecía su ayuda.

—SangHyuk firmó los papeles del divorcio. —Lo que dijo, también llenó de incredulidad a JungKook y TaeHyung. Ambos completamente sumergidos en una profunda confusión.

—E-Es bueno, ¿No? —Cuestionó JungKook.

—Es demasiado bueno para ser verdad. —Completó TaeHyung. —¿SeokJin-hyung te lo dijo? —JiMin asintió.

—De hecho, solamente falta mi firma y estamos divorciados, SeokJin lo envío primeramente a SangHyuk porque era quien presentaba problemas para firmar, según me contó, su abogado entregó los papeles hoy, ya firmados, y... No sé, me siento extraño. —Negó sentándose. —Hace unos días lo vi y sus acciones de esa noche no concuerdan con esto.

—Okay, yo tampoco lo entiendo, pero... ¿Cómo te sientes? Aparte de lo horriblemente confundido que seguro estás, ¿Qué más sientes? —Cuestionó TaeHyung acercándose. JungKook lo siguió de cerca, tomando asiento cada uno al lado de JiMin, tratando de ser un respaldo sólido para el omega.

—Confundido. —Admitió. —Me siento bien, pero hasta que no vea el documento frente a mi, creo que no me lo voy a creer.

JungKook y TaeHyung asintieron, en completo acuerdo con lo dicho por el omega. Para ambos fue igual de preocupante haber encontrado a JiMin como lo hicieron aquel día.

El miedo que se sentía en el aroma del omega era algo que ni JungKook ni TaeHyung estaban interesados en volver a experimentar.

...

Cuando YoonGi despertó, lo primero que notó fueron los leves rayos de sol que inundaban su habitación. La incomodidad en su cuerpo fue algo secundario cuando logró despertar por completo.

Había pasado la peor rutina de su vida.

Su lobo parecía recriminarle una y mil veces haber dejado de lado a JiMin aquella noche, por lo que se sumió por completo en tres días de completa frustración sexual.

—Mierda. —Bufó por lo bajo, levantándose de la cama mientras veía el desastre en su habitación. Su aroma pesado lo estaba mareando incluso a él. Abriendo la puerta de su habitación y las ventanas, espero que la concentración espesa de su esencia pudiera disiparse un poco.