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Tener intimidad con su esposo es normal. JiMin lo sabe, pero esa mañana al despertar no puede evitar sentirse incómodo. Las dudas empezaron a invadir su mente, porque JiMin no sabía en qué momento pasó de ser algo deseado a simplemente hacerlo por obligación.

SangHyuk y él habían atravesado muchas cosas a lo largo de su matrimonio, pero incluso en esos momentos en donde sentía que todo se estaba saliendo de control, nunca se encontró cuestionándose tanto por su matrimonio y el rumbo que llevaban dentro de su relación.

—¿JiMin te pasa algo? —El beta cuestiona mientras observa a JiMin observando a la nada, casi inmóvil.

JiMin lo observa en respuesta, sin saber como responder esa pregunta. Había demasiado ruido en su mente, tantas opciones para responder.

—No me pasa nada. —Optó por lo más fácil, una mentira. SangHyuk sonrió, acomodándose la ropa para ir a su trabajo. —Volveré tarde hoy, tengo unos asuntos pendientes y decidí que podía hacer unas horas extras para ganar un poco más de dinero.

—No estamos mal económicamente. —Resaltó JiMin frunciendo el ceño. El beta lo ignoró.

—De todas formas, puedes esperarme despierto si quieres, me gusta llegar y saber que te tengo en casa, esperando por mí. —JiMin sonrió sin emoción alguna.  Antes de que SangHyuk saliera de la habitación, JiMin se atrevió a preguntar.

—¿Aún me amas, SangHyuk? —El beta lo observó desconcertado.

—¿A qué viene esa pregunta? —Indagó curioso. JiMin lo observó expectante. —Eres mi esposo, JiMin. Nos escapamos por una razón.

—Aún así, eso no responde mi pregunta. ¿Eres feliz con este matrimonio?

—¿Quién está metiéndote esas ideas en la cabeza, JiMin? ¿Es el omega con el que trabajas? —Exclamó aireado. —¿Por qué tienes que arruinar mi mañana así? Ayer en la noche estábamos bien, ¿Acaso tú? —Calló cuando vio el rostro de JiMin. —¡Esto es un puto chiste! Me iré a trabajar y espero llegar a casa y encontrar a mi esposo dispuesto para mí, como siempre.

JiMin lo observó irse en silencio, dejándose caer en la cama mientras observaba el techo de la habitación, JiMin se encontró cuestionándose una vez más cuál era la razón detrás de su impulso de cuestionar a su esposo.

...

El sonido de las campanitas en la puerta que indicaba la entrada de un nuevo cliente sacó de su ensoñación a JiMin, quien se encontraba esa mañana detrás del mostrador. Su mirada se fijó en el alfa y algo dentro de él vibró en reconocimiento cuando sus miradas se conectaron.

—Hey, hoy estás atendiendo tú. —Saludó YoonGi. JiMin asintió, mientras veía al alfa acercarse al mostrador.

—¿Buscabas a TaeHyung? Fue a hacer unas compras, pero... —YoonGi negó, sonriendo.

—Vine por el mismo postre de ayer. —Confesó. —Y dos cafés.

—¡Oh! —JiMin se ruborizó, apenado mientras veía la sonrisa en el rostro del alfa. —Lo siento, no suelo ser así, es solo que, pensé que venías buscándolo o no sé... —Se calló cuando no supo que decir. YoonGi se encogió de hombros.

—¿Por qué a él y no a ti? —Cuestionó YoonGi. JiMin parpadeó perplejo.

—¿Disculpa? —Preguntó. Pero cuando YoonGi iba a responder, el sonido de la puerta abriéndose lo interrumpió.

—¡Es mi buen amigo YoonGi! —La voz animada de TaeHyung se escuchó mientras dejaba unas bolsas en el mostrador. La mirada del omega fue desde  YoonGi a JiMin de manera curiosa.

—Es un gusto verte de nuevo, TaeHyung-ssi. —El omega asintió complacido acomodándose al lado de JiMin.

—Es hora de que vayas adentro, JiMin. Este es mi puesto de trabajo, chu-chu. —Lo corrió animadamente. JiMin sonrió falsamente mientras miraba a YoonGi por última vez.

—Voy a trabajar en tu pedido. —Anunció dándole una última mirada al alfa.   YoonGi le sonrió sutilmente y TaeHyung carraspeó divertido ante su nuevo descubrimiento.

Poco tiempo después, TaeHyung entró en la cocina, con una mirada pícara adornando su rostro mientras esperaba la caja que el omega estaba preparando.

—Entonces... Es un alfa apuesto, ¿Verdad? —Cuestionó, alzando las cejas de arriba abajo de forma juguetona. JiMin arrimó el pedido hacía TaeHyung en silencio, ignorando la pregunta hecha por el omega. TaeHyung sonrió, saliendo de la cocina casi de inmediato.

Solo cuando JiMin escuchó el sonido de la puerta que indicaba la salida de alguien, fue que salió de la cocina, encontrándose con TaeHyung observando un papelito.

—No me parece correcto que estés coqueteando con ese alfa cuando ya tienes a JungKook. —Mencionó cruzando los brazos, queriendo adoptar una postura seria mientras veía al omega contrario. TaeHyung le observó con atención. —Tienes una relación muy bonita para que quieras tirarla por la borda por un alfa recién aparecido.

TaeHyung suspiró dramáticamente mientras se recostaba superficialmente en el mostrador. —Primeramente JiMin, me ofendes. —Acusó. —JungKook es mi pareja, obviamente no voy a dejarlo por YoonGi-ssi, simplemente estoy siendo amable, segundo. —Acotó mostrando dos dedos. —El número es para ti, no para mí.

—¿P-Para mí? —Preguntó observando el papel que TaeHyung estaba extendiendo hacía él. —¡Estoy casado! —Exclamó negándose aunque aun veía el papel con interés. —¡No puedo! —Negó alejándose. TaeHyung quiso insistir pero cuando la campanilla de la puerta indicó la entrada de nuevos clientes, TaeHyung se quedó en su lugar refunfuñando por lo bajo.

JiMin pasó todo el día encerrado en la cocina. Agradeció la ayuda de TaeHyung de vez en cuando, mientras  este iba por los pedidos y se encargaba de organizar los utensilios que usaba JiMin.

Quería ignorar lo dicho por TaeHyung, pero cada vez que recordaba que había un número telefónico esperando por él, quería correr hasta conseguirlo, incluso si no entendía el motivo tan apremiante por querer obtenerlo.

—No lo pienses tanto, JiMin. YoonGi solo está buscando más amigos en la ciudad, está llegando de Daegu, está prácticamente solo aquí, no te estoy diciendo que vayas a coger con él. —JiMin brincó sobresaltado por lo dicho por su amigo.

—Eres un idiota, ¿Sabes?

—Solo digo. —Mencionó encogiéndose de hombros, haciéndose el inocente mientras jugaba con el papel en sus manos. —Además, tengo ojos, sabes, también he visto que despertó tu interés.

—De ninguna manera. —Negó, evitando la mirada de TaeHyung. —Solo tengo ojos para mí esposo, aceptar relacionarme con ese alfa puede...

—¿Las personas casadas no tienen amigos? Creo recordar que SangHyuk tiene una gran variedad de amigos mientras que tú, discúlpame, soy tu único círculo social junto a Jungkook. —Agregó. —¿SangHyuk no te deja tener amigos?

—¿Que te hace pensar eso? SangHyuk es amable, tú lo conoces.

—SangHyuk me odia, JiMin. Por eso no viene aquí cuando estoy contigo. —Le reprochó el omega contrario, dejando el papel sobre la mesa, a un lado de JiMin. —No te estoy diciendo que busques un amante, te estoy diciendo que conozcas a alguien más y hagas más grande tu círculo. —Animó. —Y me haré ciego si veo algo interesante y peligroso.

—¡TaeHyung! —Gritó JiMin. Sus mejillas sonrojadas casi brillaban en su rostro. La rosa divertida del omega contrario fue su única respuesta.

...

Holaaa 💕

Perdón el abandono, pasé unas semanas estresantes, pero aquí estoy nuevamente porque todo lo que publico, lo actualizo y lo concluyo.

Gracias por el interés que han mostrado por esta historia. Espero seguir teniéndolo.

Trataré de actualizar semanalmente.

Hasta luego. 💕

Slide away » YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora