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YoonGi no lo pensó mucho cuando se encontró entrando en aquella pastelería esa mañana. Nunca había sido fanático del dulce, de hecho era más fan del café negro, fuerte y amargo, pero por alguna razón, su lobo lo atrajo hasta este lugar.

—Buenos días, bienvenido a Honey. ¿En que puedo ayudarlo? —Saludó un amable omega detrás del mostrador. YoonGi observó el lugar en silencio, buscando lo que sea que estuviera atrayendo a su alfa. —¿Disculpa?

YoonGi observó nuevamente al omega, disculpándose en voz baja.

Estaba aturdido. Su lobo estaba actuando raro desde la mañana y ahora estaba haciendo el papel de tonto, o peor aún, de alfa acosador frente al omega del mostrador que lo miraba entre curioso y preocupado.

—Disculpa, es que olí algo dulce, como ¿Fresas? Pero no veo nada, entonces mejor debería irme... —Mencionó apenado. TaeHyung negó, sonriendo amablemente nuevamente.

—¡No te disculpes! El postre principal de nuestro local es una deliciosa tres leches con fresas, normalmente salen a las diez de la mañana, pero puedo ver qué puedo hacer por ti, espera un momento. —Pidió perdiéndose detrás de una puerta que YoonGi pensó, sería el área de cocina. El omega había desaparecido tan rápido que YoonGi no tuvo tiempo de decirle que no sería necesario.

La mirada del alfa volvió a recorrer el lugar, caminando lentamente entre las mesas vacías, había entrado incluso cuando el local aún estaba cerrado.

...

JiMin estaba terminando de colocar unas fresas en las primeras raciones de torta cuando TaeHyung abrió la puerta de forma abrupta.

—¡TaeHyung! ¡Por todos los lobos! —Exclamó soltando la manga pastelera que estaba apunto de agarrar. —¿Por qué entras así?

—Llegó un alfa buscando fresas, JiMin. Así que le ofrecí una de tus deliciosas tortas. —Mencionó tranquilamente. —¿Puedes empacar una y llevármela cuando lo hagas? Cobraré el pedido y de paso averiguaré sobre su vida, nunca lo había visto por aquí.

JiMin se permitió reír, ignorando el sentimiento opresivo que de repente se instaló en su pecho.

—¿Lo dejaste solo afuera? —TaeHyung asintió. —¡¿Si es un ladrón, TaeHyung?! —Los ojos del omega contrario se abrieron cómicamente, haciéndolo salir con rapidez de la cocina. —Increíble. —Sonrió JiMin, colocando con cuidado la ración de torta en el envase, añadiendo un poco más de sirope de fresa, recordando el origen por el cual, supuestamente el alfa había llegado hasta la cafetería.

Cuando salió de la cocina, no esperó aquel fresco aroma de menta ligado con la amargura del chocolate. Su mirada se alzó rápidamente encontrándose con un alfa detrás del mostrador, vestido con uniforme quirúrgico.

El tiempo pareció detenerse mientras JiMin observaba aquellos ojos oscuros que lo miraban con curiosidad. Algo dentro de sí vibró, y JiMin esperó el aturdidor chillido de su omega, pero se sorprendió cuando una especie de ronroneo quiso escapar de él.

—¡JiMin! -Sobresaltado, observó al omega contrario que le observaba confundido. —¿Puedes entregarme la torta? —Preguntó amablemente. JiMin asintió, dejando el pedido sobre las manos de TaeHyung, perdiéndose rápidamente en la cocina.

Su respiración irregular, su cuerpo temblando, y la gran cantidad de pensamientos lo hicieron deslizarse lentamente por la puerta.

Tenía tiempo que no se sentía así.

...

YoonGi llegó al hospital ese día tarde. Pasó gran parte del camino cuestionándose sobre él extraño encuentro que tuvo esa mañana.

Slide away » YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora