El ave y el nido | Bospa

Capítulo 9

- A ver Salo - dijo Pepa levantándose de su asiento y tomándolo del brazo llevándolo afuera -. ¿Y tú cómo lo conoces?

- No te hagas Pepa - se soltó del agarre de su hermano - Te oí hablar con el anoche y te mirabas muy contento para ser solo "amigos"

- Pues aunque no lo creas, es solo es mi amigo. ¿Ahora ya no puedo estar feliz por que tengo una nueva amistad? - preguntó cruzándose de brazos mirando a su hermano.

- Pepa no puede ser no soy menso, y me duele que no confíes en mi.

- Es que no es eso - rodó los ojos -, estas viendo cosas en dónde las hay. Ya te dije que es solamente mi amigo.

- Bueno haré como que te creo Pepa, aparte no te quiero quitar más tu tiempo ya se te hace tarde para irte a la Uni de ricachones - se dió la vuelta y se fue.

Pepa suspiró. El sentía que aún no era el momento para contarle todo a su familia, no estaba listo para ver sus reacciones.

Se acomodó su mochila y se dirigió hacia la escuela, Fermín lo esperaba afuera.

- Qiubole mi Pepa ¿Listo para irnos?

- Sí. Y apúrale por que ya se me hace tarde - el contrario notó la cara que tenía, pero se limitó a preguntarle.

🍃🍃🍃

Al llegar a la Universidad, Bosco y Gala se encontraron con Giovanna nuevamente en la cafetería. La chica se acercó a saludarlos con una gran sonrisa como de costumbre.

- ¡Chicos! - se acercó a Gala para darle un abrazo siendo correspondida al instante, cuando se separó miró a Bosco y le sonrió - Bos, ¿Como te va? - preguntó pestañeando dulcemente en forma de coqueteo.

Bosco suspiró pesado. - Bien. - retrocedió unos cuantos pasos, odiaba que desconocidos no supieran el significado de espacio personal.

- ¿Vas a seguir de grosero con mi amiga? - volteó a verlo Gala esperando una respuesta -

- ¿De cuando acá te importa más una desconocida que tu propio hermano?

- Sabes que Bos, no quiero pelear así que mejor vamonos Gio - la tomó de la mano y antes de que se fueran, la rubia volteó a ver a Bosco y le sonrió dulcemente, el contrario simplemente levantó las cejas sin darle importancia.

Cuando se fueron Bosco sentía que podía respirar nuevamente.

Se dió la vuelta y empezó a buscar a Pedro Pablo, era la única persona en estos momentos que lo escuchaba y lo entendía. Después de unos largos minutos de buscarlo lo encontró en la entrada algo apurado.

- !Bosco! - dijo acercándose al contrario con una sonrisa.

- Hey, ¿Como estás? - respondió con una voz suave.

- Bien, pensé que iba a llegar raspando pero faltan 10 minutos para que empiecen las clases lo bueno - rió acomodando su cabello, Bosco lo notó y simplemente se aclaró la garganta.

- Oh, okay. - dijo sin más, el acto que acababa de hacer el contrario lo había dejado sin palabras.

- ¿Me acompañas al baño? Es que necesito arreglarme estos pelos que no se aplacan con nada - bufó molesto.

- P-pero se te ven bien yo creo - dijo tímidamente.

- ¿Lo crees? - sonrió.

- Sí, así es. - bajó su mirada hacia sus manos, Pepa lo notó y simplemente sonrió.

- Gracias, solo por que tú me lo dices así me voy a quedar.

Ambos sonrieron y se dirigieron hacia su salón de clases.

🍃🍃🍃

Al llegar la salida Bosco notaba mucho movimiento en los pasillos. Cuando salió notó que había unos chicos peleando, y había mucha gente rodeando y lo peor era que cubrían la salida y no dejaban pasar a nadie.

Bosco realmente necesitaba ya estar en su casa pero la idea de pasar con toda esa gente le aterraba, empezó a sentir que su respiración estaba acelerándose muy rápido.
Oh no, no podía pasar nuevamente y no en la Universidad otra vez, volteó a ver a los lados y no veía a Pedro Pablo por ningún lado, al parecer estaba en el baño, pero los baños estaban muy lejos para ir hasta allá.

Su mala suerte no pudo ser peor cuando vió que todas las personas que rodeaban a los que peleaban se estaban moviendo.
Entró en pánico y sintió que su pecho subía y bajaba fuertemente.

Y cuando menos lo esperaba toda la gente estaban rodeandolo sin dejarlo pasar empezó a sentirse mal, no podía respirar por más que hallaba una salida, no podía en su mente solamente pasaba Pedro Pablo ¿Dónde estaba? Sentía que se ahogaba.

- ¡Bosco! - escuchó una voz a lo lejos acercándose empujando a cualquiera que estorbara.

- P-p-pedro Pablo - apenas pudo decir esas palabras, Bosco sentía que no respiraba su corazón estaba apunto de estallar no podía controlar este ataque que estaba teniendo.

- ¡No,no,no! - gritó Pepa asustado sosteniéndolo - ¡Déjenme pasar! - comenzó a empujar a todos cuando escuchó la voz de un maestro y de inmediato todos corrieron, suspiró aliviado.

Las lágrimas de Bosco empezaron a salir, su pecho subía y baja fuertemente y sus manos no paraban de temblar. Pepa lo llevó rápidamente a la enfermería en ningún momento lo soltó, sus manos estaban fuertemente unidas.

- N-no me sueltes - soltó apenas el contrario tocando su pecho.

- ¡No lo haré! Resiste ya casi llegamos a la enfermería, trata de hacer respiraciones - pidió Pepa asustado, ver así a su amigo le partía el corazón.

Bosco frenó de golpe y comenzó hacer lo que le pidió su amigo.

- Respira, respira - tomó su rostro -

Una respiración.

- Otra vez vamos tu puedes yo creo en ti - acarició su cabello y el contrario sonrió.

Otra respiración.

- Mirame no dejes de mirarme no veas a los demás, los demás no importan ahora tu solamente importas. - tomó su rostro nuevamente para que no dejara de mirarlo.

Otra respiración. Bosco se empezaba a calmar.

- ¿Ya estás mejor?

Bosco asintió. - Gracias.

- No tienes por que agradecer, mira Bosco - lo tomó de las manos - apenas nos conocemos pero hoy acabo de ver un lado de ti que no creí que existía, pero yo solamente quiero decirte una cosa, muéstrame todos tus miedos yo mismo los ahuyentaré, estaré aquí para enfrentarlos juntos ¿Ok?

Antes de que Bosco respondiera, su hermana llegó corriendo preocupada.

- ¡Bosco! - gritó prácticamente llorando - ¿Estás bien?

Pepa retrocedió algunos pasos para darle privacidad con su hermana, pero Bosco no podía quitar sus ojos de él.