- ¿Bos como estás? ¿Que pasó? - preguntó Gala tomándolo del rostro preocupada -, lo siento tanto me necesitabas y no estuve para ti - la primer lágrima salió.
- No, no. -la detuvo -, esto no es tu culpa no estabas cerca aparte todo pasó muy rápido afortunadamente Pedro Pablo llegó y me calmó.
- Muchas gracias Pedro Pablo - dirigió su mirada hacia el chico quien le dió una sonrisa cálida.
- No es nada, yo haría lo que fuera por ver a Bosco bien.
Gala sonrió. - Gracias nuevamente, ya vamonos hermano tenemos que irnos a casa para que allá te tranquilices un poco mejor. ¿Quieres venir? - le preguntó a Pepa, quién se sobresaltó con la pregunta, volteó a ver a Bosco y estaba esperando una respuesta ansiando un sí.
- No lo sé si...
- ¿Si quiero que vengas? - interrumpió Bosco - claro que sí, a fin de cuentas gracias a ti estoy bien quiero invitarte algo en la casa vamos.
- Ok solo le aviso a mi familia - tomó su celular y empezó a teclear rápidamente - listo.
- ¡Perfecto! - dijo Gala - vámonos muchachos que ya nos están esperando allá fuera.
- ¿Tienen chófer? - preguntó Pepa abriendo sus ojos sorprendido, los hermanos rieron.
- Sí - respondió Bosco - ¿Que te sorprende?
- Se me olvidaba que estoy en una escuela de ricachones yo aquí estoy solo por la beca - rió -
- Oye no - frunció el ceño - no te menosprecies de esa manera.
Pepa sonrió y asintió, se dirigieron hacia el coche donde los estaban esperando y se fueron a la mansión Villa de Cortés.
🍃🍃🍃
Al llegar a la mansión, Bosco y Gala se encontraron con una gran sorpresa
Su yaya había vuelto del viaje de Europa, después de un largo mes donde no la habían visto hoy estaba por fin con ellos, se acercaron a saludarla muy felices.
- ¡Yaya! - dijeron ambos hermanos corriendo a abrazarla.
- Mis niños - les respondió el abrazo con la misma intensidad -, los extrañe tanto -
- ¿Como te fue en Europa? - preguntó Bosco volteando a verla.
- Muy bien Bosco, ¿Cómo están? ¿Gala? ¿Y mi niño Eder? - se giró a buscarlo.
- Muy bien Yaya y Eder está allá arriba para que vayas a saludarlo - dijo Gala con una sonrisa.
- Bien. ¿Y el? - preguntó con una mirada confusa.
- ¡Ay! - se golpeó la frente - es mi amigo Yaya vino aquí a pasar el rato.
Por la emoción del momento a Bosco se le había olvidado completamente que su amigo estaba ahí parado viendo la escena con una sonrisa en su rostro pero algo tímido por sentir que estorbaba en el momento.
- Hola. - dijo Pepa acercándose a Elvira para extender su mano.
- Mucho gusto - sonrió falsamente, mirándolo de pies a cabeza dejando a Pepa con la mano extendida, poco a poco la fue retirando.
- Yaya no es necesario que seas así de grosera, es mi amigo. - Bosco rodó los ojos, su abuela no había cambiado para nada -.
- Mira Yaya - interrumpió Gala -, mejor por qué no vas a saludar a Eder, así nosotros nos quedamos aquí.
- Muy buena idea - tomó su bolsa - ¿Tu papá donde está?
- En la empresa abuela, ya sabes que se la vive allá.
- Ok, voy a saludar a Eder y ahorita voy a ver a tu padre me retiro - antes de irse le dió una última mirada de desaprobación a Pepa y se retiró del lugar.
- Definitivamente no le caí bien a su abuela - rió Pepa incómodo.
- No digas eso - habló Bosco tomándolo de los hombros -, ella así es cuando conoce a nuestras amistad quiere asegurarse que sean buenas para nosotros ¿Verdad Gala? - su hermana asintió.
- Si Pepa, no te preocupes por ella, al que si le vas a caer muy bien va a ser a nuestro papá pero ahorita no está ya será en otro momento.
- Es cierto, te va a adorar - sonrió deslizando su mano de sus hombros.
- Bueno yo los dejo solos - le dió un abrazo a su hermano y a Pepa, después se retiró del lugar.
- Bueno - suspiró Pepa volteando a los lados nervioso - nos quedamos solos.
Bosco asintió. - ¿Quieres ir al patio a sentarte para platicar?
- Me parece buena idea.
🍃🍃🍃
Al llegar al patio se acostaron en el pasto viendo al cielo.
- Gracias Pepa - dijo sin más el contrario viendo al cielo.
- ¿Y eso por qué? - volteó a verlo confuso.
- Por lo de hace rato, por ayudarme con mi ataque de ansiedad. De verdad lo aprecio - suspiró volteando a verlo también.
- No es nada - se encogió de hombros -, no sabía que sufrías de eso.
- Lo hago - tragó saliva - desde que mi madre ya no está he sufrido demasiado.
- ¿Que pasó con tu mamá? - se levantó rápidamente centrando toda su atención en el.
- Pues - se levantó de igual manera para poder mirar mejor a Pepa -, falleció de cáncer cuando yo tenía 5.
- Bosco - su voz se entre cortó - lo siento tanto.
- No pasa nada - sonrió levemente -, ¿Sabes? Aunque ya hayan pasado muchos años no hay ningún día que no necesite a mi madre, necesito que me abrace y me diga que todo estará bien - sus ojos empezaron a cristalizarse, no quería romperse enfrente de su amigo.
- Mira, se que yo no soy tu mamá pero en mi siempre vas a encontrar a alguien en quien apoyarte, desahogarte, reírte, enojarte, todo. - lo miró atentamente -, desde que te vi esa vez sentí la necesidad de ayudarte como ya te lo había dicho, y me parece que eres un chico muy noble, muy fuerte y sobre todo muy valiente. Te admiro mucho - le dió una sonrisa cálida, el contrario hizo lo mismo.
- Gracias Pedro Pablo has sido de mucha ayuda, incluso me has ayudado más que mi padre en 18 años - rió -, a el solo le importa el trabajo.
- Te entiendo completamente a veces necesitamos a alguien que simplemente esté ahí. No para arreglar nada ni hacer nada en particular, simplemente para hacernos sentir cuidados, apoyados y queridos. Y si tú me lo permites quiero ser esa persona para ti. - tomó las manos de Bosco tímidamente.
Bosco al escuchar esas palabras salir de Pedro Pablo rompió en llanto y se lanzó hacia sus brazos, el contrario recibiendolo con la misma intensidad.
Ya no estaba solo, ya no más, no desde que Pedro Pablo había entrado a su vida.
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El ave y el nido | Bospa
RomansaBosco Villa de Cortés es un chico que vive luchando constantemente con su ansiedad desde la partida de su madre. Pedro Pablo Roble es un chico con muchos sueños, y con muchas ganas de salir adelante. Bosco conocerá a Pedro Pablo en la situación cor...