El ave y el nido | Bospa

Capítulo 5

- ¿Quién es el niño más hermoso de todo el planeta? - dijo Berenice cargando a Bosco en sus brazos.

- Yo mami - respondió el infante de tan solo 5 años.

- Quiero decirte que nunca olvides lo mucho que te amo y lo mucho que estoy orgullosa de ti. Ten muy presente que siempre estoy junto a ti en cada paso que des, te estoy cuidando a ti y tus hermanos.

- Te amo mucho mami - se lanzo hacia sus brazos y le dió el abrazo más fuerte que jamás haya dado.

Bosco se removió en su cama y se despertó, era de madrugada.

Había soñado nuevamente con su madre, el dolor y vacío fue tan grande que las lágrimas no tardaron en salir, su pecho comenzó a doler demasiado. No había ningún día que no la extrañara, empezó a sollozar hasta quedarse dormido nuevamente.

🍃🍃🍃

Era fin de semana y Pepa había quedado en ayudar a Salomón en repartir volantes promocionando el restaurante que tenía su familia.

Se levantó muy temprano, su hermano ya estaba esperándolo afuera.

- Buenos días Pepa - sonrió.

- Buenos días Salomón, ¿cómo amaneciste?

- Al millón aunque con mucho sueño ya hay que empezar a chambear por que la clientela en el restaurante es cada vez menos - hizo una mueca y empezó a pegar los volantes en los postes del barrio -.

Estaban apunto de irse cuando salió Mireya, se detuvieron para ver que necesitaba.

- Mijo Pepa, cuando acaben necesito hablar contigo, es algo importante.

- ¿Algo malo? - preguntó confundido.

- No lo sé dime tú, es algo que escuché ayer y necesito hablarlo. Pero por ahora váyanse a chambear ya luego lo hablamos - se dió la vuelta y se fue.

- ¿Que no me estás diciendo Pepa? - preguntó Salomón.

- Nada Salo, ya vámonos que se nos hará tarde.

- Bueno espero que no me estés viendo la cara de menso por que yo me enteraré de todas maneras - lo apuntó con el dedo índice.

- Si Salomón, ya vámonos. - rodó los ojos.

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Esteban después de una larga semana de trabajo estaba en la mansión compartiendo tiempo con sus hijos.

Todos estaban riendo y disfrutando de la situación, menos Bosco que estaba muy serio en su lugar.

- Bosco ¿Estás bien? - habló Esteban mirándolo con preocupación.

Bosco no dijo absolutamente nada simplemente se quedó en silencio mirando a un solo punto. Al parecer nisiquiera lo había escuchado.

- Bos - dijo Eder tocando su hombro para que saliera de su burbuja.

- Chaparro me asustaste - rió -. ¿Qué pasa?

- Te decía papá que si te encontrabas bien, no has hablado en todo el rato - el tono de Gala era de preocupación, inmediatamente se paró y se sentó a lado de su hermano.

- Ah, sí simplemente estoy algo triste por que hoy soñé con mi mamá - su voz se entre cortó y sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

- Hijo - Esteban se levantó de su lugar y acarició su hombro.

- Ánimo Bos ella nos está cuidando desde el cielo - dijo Eder con una sonrisa.

- Gracias chaparro - la primera lágrima había salido -. Es algo que aún no puedo superar y no creo hacerlo nunca.

- Lo entiendo hijo, Berenice fue una parte esencial en nuestras vidas y jamás será reemplazada con nada, pero de nosotros depende el seguir adelante, no podemos seguir así.

Bosco rió. Realmente se rió. - No entiendo como puedes decir eso si tú te refugias en el estúpido trabajo. Nisiquiera nos pones atención - otra lágrima empezó a salir.

- Bos, nuestro papá nos quiere mucho no le hables así - dijo Gala acariciando su mano, y el contrario se levantó rápidamente.

- Saben que, mejor me voy a mi cuarto no quiero seguirles arruinando el día - se dió la vuelta y se fue, mientras subía las escaleras más lágrimas salían.

🍃🍃🍃

Después de una larga jornada de trabajo, Pepa y Salomón habían tomado un descanso y fueron al restaurante de su tía para comer algo.

- Hola muchachos ¿como les fué? - habló Paz mientras les daba el plato de comida y una bebida .

- Bien tía aunque venimos bien cansados ¿verdad Pepa?

- Sí - rió -. Espero que esto que estamos haciendo te ayude mucho tía y haya más clientes - sonrió.

- Así será mijo, bueno iré a preparar algunas cosas a la cocina ahí nos vemos.

Pepa y Salomón estaban apunto de empezar a comer hasta que Mireya se acercó.

- Pepa mijito llegaste - se acercó lentamente hacia la mesa y se sentó junto con sus hijos -. ¿Podemos hablar sobre lo que te dije en la mañana?

- Claro ma, ¿tiene que ser ahora? - preguntó mirando a Salomón quien estaba muy confundido sobre la situación.

- Sí, si quieres podemos ir a otro lugar más privado.

- Que lugar privado ni que nada - interrumpió Salo -. Si van a hablar de algo que sea enfrente de mi, también soy de la familia no merezco ser excluido de esta manera.

Pepa suspiró, era el momento.

- Esta bien, que lo escuche Salomón también no pasa nada.

- Mijo, ayer te escuché mientras hablabas con tu tía Paz, ¿Como está eso que quieres tener una escuela de pintura en el extranjero? - preguntó con su voz quebrada.

- ¿¡Qué!? - dijo Salomón levantándose del asiento.

- A ver Salomón, mamá, puedo explicarlo.

- Queremos ver que lo expliques. - dijeron ambos mirándolo fijamente.

- Mi gran sueño es ganarme una beca para estudiar en el extranjero, y de ahí tener mi propia escuela para poder enseñarles a los demás mi gran talento para dibujar. ¿A caso no ven los murales tan chidos que he hecho aquí en el barrio?

- Si mijo pero puedes estudiar aquí, aquí hay muchas Universidades para que puedas cumplir tu sueño, ya ves en la que estás, es una muy prestigiosa.

- No mamá, yo también merezco volar y ser libre. Y la Universidad en la que estoy no es la Uni de mis sueños si me gusta y toda la cosa, pero mi sueño es irme al extranjero. - se encogió de hombros.

- Pero no nos vas a abandonar ahorita ¿verdad Pepa? - preguntó Salomón preocupado.

- No Salo, ahora no pero yo también merezco avanzar y superarme y no voy a permitir que mi propia familia me corte las alas para lograrlo. - Pepa miró a su mamá y su hermano quien lo veían con una mala expresión.