Capítulo 43

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Hoy me he despertado un poco mareada, por suerte no me toca trabajar hoy, pero es un poco agotador tener que lidiar con los mareos.

Al desayunar sentí un dolor de cabeza muy extraño, el mundo me daba vueltas, me quise levantar para ir a por un vaso de agua pero apenas di dos pasos y ya me caí al suelo.

-Salma? Salma despierta por favor- escuchaba voces sin reconocer el emisor

Al abrir los ojos, estaba tumbada en el sofá. Poco a poco comencé a recobrar la conciencia.

-Que ha pasado?- pregunté al ver a mis tíos y a Munir alrededor mía (Nirmin estaba trabajando)

-Te has desmayado, como te encuentras?- dice mi tío

-Me duele la cabeza- digo poniéndome derecha y con una mano en la cabeza mientras agarro el vaso que me da la tía

-Comiste algo ayer por la noche?- pregunta Munir

-Eh... creo que no- dije al recordar que ayer solo estaba mirando pros y contras de Haitam

-Y hoy apenas has comido, hace mucho que no vas al gimnasio y para colmo te dormiste tarde, no me sorprende estos malestares

Yo apenas contesté, no tenía ni ganas ni fuerzas, así que me mantuve callada.

-Anda termina tu desayuno- dice ayudándome a levantarme

Me senté y terminé mi pan bimbo con atún y crema de aguacate con huevo cocido, acompañado de mi zumo de naranja natural.

Paso el tiempo, y llegó Nirmin del trabajo. Directamente entró a mi cuarto tocando la puerta.

-Pasa- dije yo mientras recogía la alfombra del rezo

-Holiiiis- dice con una caja de bombones

-Pero y esto?- le dije mientras se me iluminaron los ojos

-Me han dicho que se te bajó el azúcar esta mañana y he escuchado que el chocolate te lo sube

-Oohhh, no puede ser, ven aquí, le di un abrazo y me dio la caja de bombones

Nos pusimos cómodas en la habitación y nos sentamos para ver una película juntas. Mientras comíamos palomitas. Cogí un bombón y lo probe mientras tanto.

-Buah esto está riquísimo Nirmin, como te quiero- dijo saboreándolo

-Es lo mínimo que puedo hacer por mi hermana

La miré extrañada porque lo de que somos hermanas solo lo decimos en público, sabemos de sobra que solo somos primas, así que le sonreí y volvimos a ver la película.

HAITAM

Hoy me he levantado con mucha energía pero por suerte o por desgracia no me toca entrenamiento hoy. Así que llamé a Isaac y a Munir para que vallamos al gimnasio.

Cogí la moto y el casco y fui al gimnasio. Al aparcar me giré y vi a la hermana de Salma saliendo de una tienda de dulces.

-Salam Alaikum- dice amablemente

-Alaikum salam- dije respondiéndole- para quien son estos bombones? tienen muy buena pinta

-Son para Salma- dice sonriendo- la pobre ha sufrido una bajada de azucares y se ha desmayado, a ver si esto la alegra algo

-Que le ha pasado que? Pero está buen?

-Claro que si no te preocupes, bueno me voy ya para no llegar tarde

-Si si, adiós

Se marchó y estuve preocupado por ella. Mientras esperaba a Munir y a Isaac fui a una floristería y compré esta flor:

Decidí escribirle una cartita que pone "recupérate pronto" y cuando pueda dejársela en su ventana

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Decidí escribirle una cartita que pone "recupérate pronto" y cuando pueda dejársela en su ventana.

La compré, la metí en mi mochila y me fui con los chicos al gym nuevamente. Estuvimos ahí cinco horas seguidas, desde las 12 de la tarde.

-Bro tengo hambre, vamos a comer algo- dijo Isaac

-Yo igual, anda vamos- digo yo

-Pues yo no me he traído la cartera- dice Munir

-Yo invito- dije yo- a los dos

Salimos del gimnasio y fuimos a por un kebab cerca de la zona. Nos sentamos en una mesa y mientras comíamos empezamos a charlar.

-Yo como eso de que te has casado?- le pregunto a Munir

-Como lo sabeis?

-Las voces corren hermano- dice Isaac

-Pues no se la verdad prefiero ser directo, desde siempre me dijeron que entrar por la puerta grande es mejor que por la ventana

En ese momento sentí un dolor en mi pecho, como si supiera que estoy haciendo algo mal. Es decir, sé que lo hago mal, pero aun así quiero hacerlo. Algo extraño me pasa. No quiero sobrepensar y menos en este momento.

-Y a vosotros como os va con las chicas?- dice Munir mientras nos miramos los dos

Nadie iba a hablar así que decidí romper el silencio yo.

-Hermano, conozco a una chica pero no me atrevo a declararme todavía, no sé si ella piensa lo mismo, y cada vez que creo que debería de dar el paso, se me vienen esos pensamientos y me echo para atrás

-Yo solo te aconsejaría que des el paso, esa es la naturaleza del hombre, las mujeres no se tienen que declarar, mas que nada porque queda más en ridículo que sea rechazada a que un hombre sea rechazado

-En eso tiene toda la razón, tú no sabes lo que ella piensa, lo mismo si que quiere y te está esperando a que des el paso

-Buah gracias hermanos, ya se me ocurrirá que hacer

Terminamos de comer los kebabs, pagué la cuenta y luego cada uno se fue a su casa.

Al tumbarme en la cama le di varias vueltas a mi decisión, sigo un poco sin saber que hacer, haré salat istikhara y Allah me dará una señal. Ll dejaré todo en manos de él.

Continuará...

Mi Verdadero HalalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora