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—Ya estoy aquí, llegué antes — Mingyu le dijo a Wonwoo desde la puerta de su casa y colgó después de un "espera, bajo en un segundo"

Se sorprendió cuando la puerta se abrió.

—Wooooooaooooo de verdad lo hiciste en un segundo.

Sin embargo quien abrió no fue Wonwoo sino
su hermana.

—Hola Mingyu, ¿vienes por mi hermano?, bonitas flores.

—Sí — dijo apenado — gracias, las escogí para Wonwoo.

—Le van a encantar — le dijo — pero entra vamos, yo tengo que irme pero sientete como en tu casa.

—Gracias noona, me alegró que estes bien, supe que te enfermaste.

Ella sonrió — ¿enserio te enteraste?, y eso que fue ayer supongo que la comunicación de mi hermano y tu es muy fuerte.

—¿Te enfermaste ayer también?, y no... yo hablo de la semana pasada.

—No fue la semana pasada, fue ayer que me intoxique con camarones.

—Entonces la semana pasada no estuviste enferma.

—No — le dijo — tengo que irme me despides de Wonwoo.

El menor cayó sentado al sillón — que idiota — se dijo asi mismo.

Escuchó los pasos de Wonwoo y lo miró, se veía tan precioso el pequeño mentiroso.

—¿Me trajiste flores? — Wonwoo sonrió
sentándose a su lado.

—Porque sólo no me dices que ya no te gusto.

—¿Qué? — preguntó confundido.

—Me encontre a tu hermana antes de salir.

—¿Ella te dijo algo?

—Me abrió los ojos — le dijo, Mingyu se levantó del asiento — Las últimas semanas has estado muy raro, me cancelabas varias citas, llegabas tarde a algunas y finalmente me dejaste plantado en una y después mientes.

—Mingyu yo no...

—¿Qué es lo que pasa contigo?, si tienes algún problema lo entenderé y te apoyaré pero tienes que decírmelo.

—Es que yo... no lo sé, no fui porque no tuve ganas, mi hermana no estaba enferma, no sé lo que pasa.

—Yo sí sé, pasa que ya no me quieres y no quieres estar conmigo.

Mingyu azotó las flores en el sillón haciendo que se rompieran.

—Gyu...

—Nada, me voy — el menor estaba enojado y Wonwoo le dio la razón — piensa bien lo que quieres y después me hablas, por ahora es mejor que nos demos un tiempo.

—No, espera yo...

Wonwoo lo miró salir y no pudo seguirlo porque no tenía fuerzas para enfrentarse a él.

Tal vez Mingyu tenía razón.

Primerizos - MinwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora