fifteen

462 38 9
                                    

Tom terminó por sacarme la ropa.
Yo no pensaba en nada, ni en nadie.
Ni siquiera en Sean. En este momento solo éramos Tom y yo, los dos otra vez.

Alinea la punta de su entrepierna en la mía. Muerde mi labio inferior de una forma sexy. Se saca la camisa a velocidad de un rayo y procede a entrar en mí. Abrí la boca en una "O" perfecta al sentirme lleno y satisfecho.
Aferré mis uñas a su espalda a penas lo sacó para volver a meterlo.

— Mi niño bonito, como te extrañé, joder. — Tom hace su magia en mi interior. Empieza a meter y sacar su miembro rápidamente. Ambos gemimos como locos, disfrutando de la sensación de tenernos una vez más.
Después me preocuparía por lo que pueda pasar pero ahora lo quiero gozar.

Es mío.

— Tom. — jadeo cerca de su oído. Mordí el lóbulo del mismo para liberar el placer. Estaba en el puto cielo. Odiaba a Tom por ser el único que haga reaccionar mi cuerpo de esa forma pero lo pensaba bien y es bonito porque ambos teníamos la confianza suficiente para ello. — ¡Mhmm!

— Ven, bebé. — cargó mi cuerpo para llevarme hasta el sofá. Quedé encima de él. No perdí tiempo para mover mis caderas al ritmo que me guiaban sus manos. Besaba a Tom por todas partes en el rostro, el cuello y le hice un hematoma en una parte visible.
Al terminar casi casi la cago horrible manchando el sofá. Preferí aguantar y correr hasta el baño luego de que Tom acabara manchando mis nalgas para poder expulsar todos esos fluidos.
Una vez que terminé envolví mi cuerpo en el albornoz para volver hasta él ~que ya se había puesto la ropa~ para sentarme en sus piernas y ser cargado como un bebé.

— Esto es muy loco, se supone que debo estar en reposo y mírame, acabo de tener relaciones contigo.

— Tu macho te está cuidando como te mereces, niño bonito.

— Oh... — suspiré. — Me gusta que después de mucho aún me sigas llamando así, es la mejor sensación.

Tom sonríe de lado. Acomodó mi cabello para peinarme decentemente y cerré los ojos, cansado. Escondí mi cabeza en su cuello, inhalando su aroma. Me traía muchos recuerdos estar así con él.

— ¿Entonces qué? ¿Aún seguimos siendo esa pareja empalagosa que causa vergüenza por todos lados?

— Pero pídeme bonito.

— ¿Quiere ser usted de vuelta el niño bonito de Tom Kaulitz?

— Acepto. — respondí con una voz de niño pequeño a lo cual le provoca una risa divertida a Tom. Estaba a punto de darme un beso si no fuera por el lloriqueo de Sean. Suspiré porque en serio tenía sueño y lo que menos quería ahora era un berrinche de su parte.

Bebé canijo.

— Vamos a ver.

— ¿Puedes calentar agua para el termo? De seguro la que tengo ahí ya está fría.

— Sí. — nuestro trabajo en equipo comenzó así. Corrí con flojera hasta la habitación para ver al bebé. Lo saqué del coche y le puse en la cama. Le quité la chompa que traía para dejarlo solo en buzo. Ahí dejó de llorar. Busqué en la pañalera una ropa ligera porque estaba sudando y era de calor, no porque tenía fiebre.

Así empecé a destender la cama para poder acostarme junto a él. Sean cerraba sus ojos de a poco, listo para dormir pero el maldito móvil lo despertó. Me levanté corriendo a contestar antes de que se ponga a llorar.

— ¿Hola?

— Bill, ¿cómo va todo?

— Ah, Zadiel eres tú. — susurro con fastidio. — De momento bien, estoy aprendiendo a lidear a mi bebé.

•.¸♡ 𝑵𝒊𝒏̃𝒐 𝑩𝒐𝒏𝒊𝒕𝒐. ♡¸.• "𝟏-𝟐"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora