Capitulo II - La caja : Vinculos desconocidos

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Le dolía la cabeza. Era lo único que pasaba por su mente en aquel momento. La rapidez con la que subía el ascensor no le ayudaba a relajarse. Intentó levantarse, pero no pudo, así que optó por quedarse recostado en la caja en la que se encontraba. Miles de recuerdos pasaban por su cabeza, pero no podía apreciarlos debido a la velocidad con la que se sucedían, empeorando su dolor.

De repente, varias preguntas comenzaron a inundar su mente: ¿Quién soy? ¿Cuál es mi nombre? ¿Por qué estoy aquí? ¿Hacia dónde me llevan? Empezó a sentir una desesperación enorme al no saber las respuestas. Su respiración se aceleró, y el oxígeno que llegaba a sus pulmones no era suficiente. Estaba solo; nadie podía ayudarlo. Una alarma comenzó a sonar a lo lejos, poniéndolo aún más nervioso. Sin previo aviso, la caja se detuvo de manera abrupta, lo que provocó que su cabeza chocara contra el frío suelo. Comenzó a cerrar los ojos lentamente, sintiéndose débil. Las rejas empezaron a abrirse, y la luz que entró lo obligó a cerrarlos por completo. Sintió cómo el piso de la caja se cimbró; alguien estaba con él.

—Newt, ¿qué esperas para subir al novato? —escuchó una voz varonil a lo lejos.
—Nick, deberías bajar —comentó Newt, observando al joven.

El chico vio los ojos del chico que había entrado en la caja con él, y de repente, cerró los ojos debido al ataque de ansiedad y al golpe en la cabeza. Todo se volvió negro. Estaba pálido, y un hilo de sangre salía de su nariz y un poco de su nuca.

—¿Qué sucede con el novato, Newt? ¿Manchó sus pantalones acaso? —bajó el castaño con un tono burlón, pero se quedó helado al ver al novato. Compartían rasgos físicos muy similares, casi como gemelos. —Todos, vuelvan a sus trabajos, se acabó el show aquí —gritó desde la caja para dispersar a los curiosos.

—¿Sabes cómo puede ser posible esto? —comentó el rubio, mirando al líder, quien estaba estupefacto.
—No. ¿Estaba consciente cuando bajaste?
—Sí, debió golpearse cuando llegó la caja —dijo señalando la sangre que escurría del rostro del chico. Nick suspiró frustrado. Sentía un extraño sentimiento familiar hacia el novato, pero no entendía por qué. El único vago recuerdo que tenía era que tenía una hermana, no un hermano, y aquel chico era idéntico a ella.

—Ve a buscar a Alby y Minho para que nos ayuden a llevar al novato a la enfermería. Que Clint esté preparado para atenderlo —ordenó mientras se acercaba al chico desmayado. El rubio asintió y salió de la caja.

Nick se arrodilló para ver mejor el rostro del muchacho. Sentía un inexplicable impulso de protegerlo y cuidarlo. Se sentía incómodo con esos sentimientos.

—Ya estamos aquí, Nick —mencionó Alby, asomándose desde arriba de la caja. Nick suspiró y se levantó.
—Minho, baja y ayúdame a subir al novato. —Minho asintió y, al bajar, se sorprendió de lo ligero que era el chico.

Arriba, Alby y Newt subieron al novato y lo recostaron sobre el césped. Nick lo cargó en sus brazos y se dirigió a la enfermería, ordenando a los demás que sacaran y acomodaran las provisiones.

Llegó a la enfermería y vio a Clint en la puerta, esperándolo. Nick dejó al novato en la camilla, y Clint miró sorprendido el gran parecido entre ellos. Nick le dio una mirada seria y se recargó en una pared, tratando de recordar más detalles de su vida antes del laberinto.

—Nick, ¿estás bien? —preguntó Clint mientras atendía al chico.
—Sí, solo... tuve una hermana. Era parecida a él, pero no recuerdo su nombre con exactitud.

Todos en la enfermería estaban sorprendidos.

—¿Acaso crees que sea él? —dijo Alby.
—No,el es un larcho no puede ser mi hermana , solo es una coincidencia —dijo seriamente.

 𝐓𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫𝐞 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 ,𝐍𝐞𝐰𝐭 ♡  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora