Capitulo XXIII-Culpa y Redención:No todos somos inmunes

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El amanecer trajo consigo la cruda realidad de su situación. Thomas se incorporó, su cuerpo adolorido por dormir en el duro suelo. Miró a su alrededor, observando a sus amigos aún dormidos.

-Hay que movernos,- anunció con voz ronca, sacudiendo suavemente a Minho. -Empaquemos. Sartén, Nick, James, arriba, andando.

El grupo se puso en marcha con reluctancia. Sartén tuvo que ayudar a Winston, cuya herida parecía empeorar por momentos.

-Oye Thomas, ¿por qué siempre eres tú el que nos despierta?- preguntó Nick con tono burlón, frotándose los ojos. -¿Es que no duermes o qué?

Thomas sonrió de lado. -Alguien tiene que mantener a este grupo de dormilones en movimiento.

-Ja, ja, muy gracioso,- replicó Sartén, estirándose. -A ver si eres tan gracioso cuando te toque hacer el desayuno.

Newt, cojeando ligeramente, se acercó a Thomas. -¿Alguna señal de los Cranks durante la noche?

Thomas negó con la cabeza. -Nada. Pero no podemos bajar la guardia.

Teresa, que había estado revisando sus provisiones, intervino: -Tenemos comida para un par de días, como mucho. Necesitamos encontrar suministros pronto.

-Genial,- murmuró Minho. -¿Alguien más quiere añadir buenas noticias a nuestra mañana?

-Vamos hacia las montañas -dijo Thomas .Todos se giraron para mirarlo.
Nick, con el ceño fruncido, preguntó: -¿Estás seguro?

-Janson dijo que se escondía ahí- admitió Thomas, pasándose una mano por el pelo.

Al salir de su refugio, se encontraron frente a una vista desoladora: una enorme ciudad en ruinas, completamente desierta. Minho silbó bajo.

-¿Qué creen que pasó aquí? Parece que pasó un huracán... o algo peor.

-No lo sé,- respondió Newt, sus ojos escaneando el horizonte. -Pero es obvio que nadie ha vivido aquí en mucho tiempo.

James, con una expresión sombría, les recordó: -Es la Llamarada. Destruyó todo a su paso.

-Espero que el resto del mundo no esté igual,- murmuró Melly, su voz cargada de preocupación.

-Seguramente el sol explotó,- bromeó Minho, intentando aligerar el ambiente. -O tal vez los aliens invadieron y todos se fueron de vacaciones.

Thomas no pudo evitar reír. -Sí, claro. Y nosotros somos los últimos supervivientes de la raza humana.

-Habla por ti,- replicó Sartén. -Yo soy claramente superior. ¿Acaso no han probado mi estofado?

Nick rodó los ojos. -Oh, disculpe usted, Chef Sartén. ¿Nos va a salvar con sus habilidades culinarias?

-Hey, no subestimes el poder de una buena comida,- intervino Melly, siguiendo la broma. -Tal vez Sartén pueda cocinar a los Cranks hasta la sumisión.

De repente, Thomas levantó una mano, silenciando al grupo. -Esperen, ¿oyen eso?

Un sonido extraño surcaba el aire. Sin perder tiempo, Thomas ordenó esconderse. Se refugiaron bajo una viga caída, apretujándose unos contra otros.

-Auch, ese es mi pie,- susurró Sartén.

-Pues ese es mi estómago,- replicó Minho en voz baja. -Deja de clavarme el codo.

-No puedo evitarlo,- respondió Sartén. -Nick me está empujando.

-No es mi culpa,- se defendió Nick. -Aris ocupa todo el espacio.

 𝐓𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫𝐞 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 ,𝐍𝐞𝐰𝐭 ♡  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora