Capítulo IV-La Revelación y el Compromiso: No es un larcho

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Habían pasado 4 meses desde la llegada de Mel. Gracias a Minho y Nick, se había convertido en uno de los Doc's y logrado adaptarse al Área rápidamente. Había formado una gran amistad con la mayoría de los habitantes, siendo sus amigos más cercanos Nick, Minho .
Todo marchaba bien y se había ganado el cariño de la mayoría del Área por su simpatía y amabilidad. Especialmente con los 4 últimos novatos, a quienes había escuchado y orientado. Sabía lo que era ser el nuevo en el Área y eso le había aligerado algunas cosas a Nick, quien le agradecía por eso.
Habían sido meses complicados, fingir ser un chico no era nada fácil, pero al parecer había logrado engañar a todos en el Área. Todo estaba marchando con normalidad cuando Mel, camino a la enfermería, chocó con un habitante.
Al levantar la vista, se encontró con Newt, quien la miraba algo molesto. Últimamente, él había estado bastante irritable en general con todos, pero parecía que Mel lo ponía de peor humor.
—Para la próxima, fíjate por dónde caminas, shank —dijo Newt mientras se agachaba a recoger algunas cosas que había tirado a causa del choque.
Mel se agachó para ayudarlo y recibió una mala mirada de él.—Lo siento, iba distraído —dijo Mel.
Newt soltó un suspiro frustrado, tomó sus cosas y se fue. Su relación con él no era la mejor, pero tampoco era tan mala. Simplemente no sabía por qué él la odiaba, o al menos parecía que la odiaba.
Suspiró y siguió su camino hacia la enfermería. Saludó a Jeff y Clint, que ya se encontraban allí.
Eran muy buenos amigos y las pláticas con ellos eran divertidas.
—Parece que será un día tranquilo —comentó Jeff mientras veía la enfermería vacía. Pasaban la mayoría del tiempo curando a los carniceros y constructores, que solían lastimarse a menudo.
—Sí, eso parece —confirmó Clint.
De repente, comenzaron a escuchar muchos gritos en el Área y decidieron salir a ver qué pasaba. Había varios habitantes reunidos en un semicírculo.
Se abrieron paso entre ellos y vieron a Ben y Minho recostados.
—¿Qué sucedió? —preguntó Mel mientras revisaba que Ben y Minho estuvieran bien.
—Todo bien, Mel. Encontramos a un penitente y tuvimos que regresar al Área de inmediato —dijo Ben tratando de regular su respiración.
—¿Han visto a Mike? —preguntó Minho, buscándolo con la mirada.
—No fue al laberinto con ustedes —comentó Newt, observándolos.
—Le tocó otra sección hoy —dijo Ben.
Todos los habitantes dijeron que no lo habían visto salir del laberinto, así que Nick mandó a todos a seguir con sus trabajos y a Minho y Ben los mandó a descansar. Ya no podrían ir al laberinto si había algún penitente cerca y no iba a arriesgarlos.
Mel y sus amigos volvieron a la enfermería. Cuando llegó la hora de la comida,
—Vayan ustedes, yo me quedo a hacer guardia —dijo mientras terminaba de acomodar algunos suministros médicos que tenían en cajas aún.
—¿Estás seguro? Ayer te quedaste tú —dijo Clint.
—Vayan, no tengo mucha hambre y está tranquilo. No creo que alguien sea tan idiota para lastimarse a la hora de comer —dijo riendo.
Ambos chicos compartieron una risa y fueron a la cocina. Mel estaba concentrada acomodando todo cuando escuchó que habían caído algunas cosas.
Giró a ver si alguien había entrado.
—¿Hola? —dijo Mel con cautela mientras recorría la pequeña enfermería. Vio de espaldas a Mike, quien parecía estar en un estado extraño, ajeno.—Mike, ¿qué haces aquí? ¿Te lastimaste? —preguntó, acercándose a él con precaución, notando su comportamiento errático. Sus sospechas se confirmaron cuando Mike, en un movimiento rápido y violento, se lanzó hacia ella, gritando, y la derribó al suelo con fuerza.

La desesperación se apoderó de Mel mientras luchaba contra la fuerza incontrolable de Mike, quien intentaba asfixiarla. De algún modo logró empujarlo lo suficiente para liberarse y salir corriendo de la enfermería. Sin embargo, la rapidez y agilidad de Mike como corredor le permitieron alcanzarla en cuestión de segundos, derribándola nuevamente al suelo. Con un cuchillo de su mochila de corredor, Mike la atacaba frenéticamente mientras continuaban forcejeando desesperadamente.
—¡AUXILIO! —gritó Mel, el terror palpable en su voz mientras luchaba por su vida. Mike era más fuerte y más grande, y cada movimiento de su cuchillo le causaba cortes superficiales pero dolorosos. El miedo se mezclaba con el dolor cuando los chicos finalmente llegaron y lograron sujetar a Mike con firmeza, liberándola de su atacante.

 𝐓𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫𝐞 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 ,𝐍𝐞𝐰𝐭 ♡  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora