𝐓𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫𝐞 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 ,𝐍𝐞𝐰𝐭 ♡

Capítulo XVII-Un nuevo secreto: La verdad aceptada Te quiero Melissa

El sol del atardecer teñía el cielo de tonos anaranjados y rojizos, proyectando sombras alargadas sobre las ruinas de la ciudad. El aire estaba cargado de polvo y un silencio inquietante, roto solo por el crujir de los escombros bajo sus pies.

Newt se apartó de Melissa con rapidez al escuchar la voz de Thomas detrás de ellos, su corazón latiendo con fuerza, no solo por la sorpresa sino por la cercanía que habían compartido momentos antes.

Thomas apareció de entre las sombras de un edificio semiderruido, su figura recortándose contra la luz crepuscular. Una sonrisa burlona bailaba en sus labios, pero sus ojos reflejaban una mezcla de curiosidad y algo más... ¿preocupación, quizás?

-Hey chicos- dijo Thomas, su voz resonando en el silencio,
-¿qué hacen tan juntos? Parecía que estaban compartiendo secretos.

Newt, intentando mantener la compostura, se pasó una mano por el pelo rubio, desordenándolo aún más. Respiró hondo antes de responder, esforzándose por sonar despreocupado
-Solo estábamos hablando, Tommy. Nada del otro mundo.

Thomas alzó una ceja, su sonrisa volviéndose más pronunciada. Se acercó unos pasos, sus ojos moviéndose de Newt a Melissa y de vuelta. -¿Ah sí? ¿Y desde cuándo "hablar" requieren estar tan cerca? Parecía bastante... íntimo desde donde yo estaba.

Melissa, sintiendo la tensión creciente, estaba a punto de intervenir cuando un grito ahogado cortó el aire como un cuchillo, haciendo que los tres se sobresaltaran.

Se volvieron al unísono para ver a Brenda, quien había estado explorando los alrededores, ahora sentada en un trozo de concreto a unos metros de distancia.

Su rostro, normalmente sereno y decidido, estaba contraído de dolor mientras subía lentamente la tela de su pantalón.

El corazón de Melissa dio un vuelco. Olvidando momentáneamente la tensión con Newt y la mirada inquisitiva de Thomas, se apresuró hacia Brenda.

-¡Brenda!- exclamó Melissa, su voz cargada de preocupación. Se arrodilló junto a su amiga. -¿Qué pasó? ¿Estás bien?

Brenda alzó la mirada, sus ojos oscuros nublados por el dolor. Intentó sonreír, pero el gesto se convirtió en una mueca que hizo que Melissa sintiera un nudo en el estómago.

-No es nada, Melly,-respondió Brenda, su voz tensa pero intentando sonar despreocupada. -Solo un rasguño. He tenido peores, créeme...

Melissa la interrumpió, su tono firme pero cargado de una preocupación que no podía ocultar.

-No, Brenda. Esto hay que tratarlo ahora.- Sus ojos recorrieron rápidamente el cuerpo de su amiga, buscando signos de otras heridas. -Déjame ver, por favor.

Con cuidado, Melissa terminó de subir la tela del pantalón de Brenda. Lo que vio hizo que su sangre se helara.

La herida no era un simple rasguño como Brenda había afirmado. Era una marca inconfundible, una que todos temían ver.

-Esto no es un rasguño, Brenda,-murmuró Melissa, su voz apenas un susurro. El miedo se filtró en sus palabras mientras añadía-Es una mordida.

Brenda la miró fijamente, sus ojos suplicando silenciosamente. Por un momento, pareció que el mundo alrededor de ellas se detenía.

Luego, como si recordara dónde estaban, Brenda volteó a ver a Thomas y Newt, que se habían acercado y ahora las observaban con una mezcla de curiosidad y creciente preocupación.

-No pasa nada, en serio,- dijo Brenda con una sonrisa forzada, su voz temblorosa traicionando sus palabras. Se enderezó, intentando proyectar una imagen de fortaleza.