Capítulo V-Fragmentos de Desconfianza: La Proximidad Peligrosa

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El Área se encontraba con la actividad del mediodía , pero en la enfermería, el tiempo parecía moverse a un ritmo diferente. Melissa se concentraba en su trabajo, ordenando vendas y medicamentos en los estantes , pero su mente vagaba, inevitablemente atraída hacia Newt y sus interacciones recientes. Aunque Minho no conocía las razones de Newt para ser tan seco y grosero con Melissa ,si había notado el cambio en Melissa desde hace unos días, y su instinto le decía que había algo más en su nerviosismo.

Newt, por su parte, mantenía una fachada de indiferencia. Su trato hacia Melissa era distante, casi áspero, como si cada palabra amable pudiera traicionar los sentimientos que luchaba por comprender y reprimir. Para él, Melissa era un enigma, un compañero que desafiaba todas las expectativas y provocaba una turbulencia interna que preferiría ignorar.

Minho observaba la dinámica entre ellos con una mezcla de diversión y preocupación. Sabía que Melissa guardaba un secreto que podría cambiarlo todo, y aunque no estaba seguro de qué hacer con esa información, no podía dejar de sentirse protector con ella.

Una tarde, después de un día particularmente agotador en el laberinto, Newt regresó a la cabaña que compartían los tres. El silencio era pesado, cargado con palabras no dichas y miradas que se desviaban rápidamente. Melissa estaba allí, su presencia una constante que Newt encontraba tanto reconfortante como desconcertante.

-¿Todo bien, Newt? -preguntó Minho, notando la tensión en los hombros de su amigo.

-Sí, solo otro día en el paraíso -respondió Newt con sarcasmo, evitando mirar a Melissa.

Melissa sintió un pinchazo en el pecho ante la frialdad en la voz de Newt. Quería decir algo, cualquier cosa que pudiera aliviar la distancia entre ellos, pero se contuvo. No podía arriesgarse a revelar más de lo que ya estaba en juego.

Minho, siempre atento, decidió cambiar el ambiente con un poco de humor.

-Bueno, al menos no te perdiste en el laberinto, eso ya es un logro -bromeó, lanzando una toalla a Newt.

Newt esbozó una sonrisa a regañadientes, y por un momento, la tensión se disipó. Melissa aprovechó la oportunidad para escapar discretamente de la cabaña, su corazón aún latiendo con fuerza por la cercanía de Newt.

Melissa regresó horas mas tarde a la cabaña ya habia acabado sus últimos pendientes y se dispuso entrar en la cabaña entro sin llamar, justo cuando Newt salía del baño, una toalla ceñida a su cintura. La sorpresa y la incomodidad se apoderaron de ella; su corazón se aceleró no solo por la visión, sino por la tensión palpable que emanaba de Newt.

-¡Mel! -exclamó Newt, claramente frustrado-. ¿No sabes tocar la puerta?

-Lo siento, no pensé que... -Melissa tartamudeó, su mente en un torbellino.

Newt pasó una mano por su cabello mojado, su expresión era un torbellino de frustración y algo más, algo que no quería admitir.

-No es tu culpa -dijo Newt, su voz más suave de lo que Melissa esperaba-. Solo... no esperaba compañía.

Melissa se aferró a la puerta, buscando algo de estabilidad. -Entiendo. No volverá a pasar.
Melissa, con el corazón aún acelerado por la tensión del encuentro, se había sentado en su cama, intentando desesperadamente no mirar a Newt.
Su cuerpo, aunque delgado, mostraba la definición de alguien que había enfrentado innumerables desafíos físicos. El rubor en sus mejillas era evidente, una respuesta involuntaria a la proximidad de Newt.

-Puedes dejar de verme -dijo Newt irritado, lanzando la toalla con la que se secaba el cabello.

Melissa se mordió el labio y apartó la mirada rápidamente.

 𝐓𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫𝐞 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 ,𝐍𝐞𝐰𝐭 ♡  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora