Capitulo XXII -Pruebas y sospechas:El escape de CRUEL

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La tenue luz del amanecer se filtraba sutilmente por las pequeñas ventanas del dormitorio, bañando la estancia con un resplandor dorado. Poco a poco, los chicos comenzaron a despertar de su sueño, estirándose y bostezando mientras sus ojos se ajustaban a la claridad del nuevo día. Minho, siempre alerta y observador, fue el primero en notar algo inusual en el ambiente.

Con una sonrisa pícara dibujándose en sus labios, Minho se incorporó sigilosamente y señaló hacia la cama de Melissa. -Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?-susurró con un tono juguetón, lo suficientemente alto para que los demás lo escucharan.

Intrigados por el comentario de Minho, Thomas, Nick y los demás siguieron su mirada, descubriendo la escena que había captado su atención: Newt y Melissa yacían profundamente dormidos, sus cuerpos entrelazados en un abrazo íntimo.

Nick, incapaz de contener su diversión, soltó una risita ahogada.
-Parece que alguien encontró una manera muy efectiva de mantenerse caliente anoche,-bromeó, provocando una oleada de risas sofocadas entre los demás.

El murmullo de las risas y los comentarios comenzó a perturbar el sueño de la pareja.

Melissa fue la primera en abrir los ojos, parpadeando confundida antes de que la realidad de la situación la golpeara de lleno.

Su mirada se encontró con las expresiones divertidas de sus amigos, y sintió cómo el calor subía a sus mejillas, tiñéndolas de un intenso color escarlata.

-Newt,-murmuró Melissa, sacudiendo suavemente el hombro de su compañero. -Despierta, tenemos... público.

Newt se incorporó lentamente, su mente aún nublada por el sueño. Parpadeó varias veces, tratando de entender qué estaba sucediendo, hasta que finalmente captó las miradas burlonas dirigidas hacia ellos.

-Oh, mierda,-masculló, pasándose una mano por el cabello despeinado.

Minho, siempre dispuesto a aprovechar una oportunidad para bromear, se acercó a la cama con una sonrisa de oreja a oreja.

-Buenos días, tortolitos,-saludó con exagerada alegría. -¿Dormiste bien, Newt? Parece que encontraste una almohada particularmente cómoda anoche.

Newt le lanzó una mirada exasperada a su amigo.

-Cállate, Minho,-gruñó, aunque no pudo evitar que una pequeña sonrisa se asomara en sus labios.

Melissa, aún sonrojada pero recuperando la compostura, decidió enfrentar la situación con humor.

-Bueno, ya que están todos tan interesados, ¿qué tal si nos cuentan cómo durmieron ustedes? ¿Alguien más encontró una 'almohada especial'?

Las risas estallaron en la habitación, aligerando la tensión del momento. La puerta del dormitorio se abrió de golpe.

-¡Arriba, dormilones!- exclamó una voz autoritaria. Era uno de los guardias, su expresión severa contrastando con el ambiente relajado que acababa de interrumpir. -Es hora de los estudios adicionales. Todos al área médica, ¡ahora!

Los chicos intercambiaron miradas de preocupación mientras se levantaban y se preparaban para salir.

Nadie sabía exactamente qué implicaban estos "estudios adicionales", pero la ansiedad era palpable en el aire.

Mientras se dirigían hacia el área médica, los chicos intercambiaban miradas inquietas y susurros nerviosos.

El ambiente jovial de hace unos momentos se había esfumado, reemplazado por una tensión palpable que parecía envolverlos a todos.

Nick, intentando mantener la calma del grupo, se acercó a Thomas y murmuró

-Mantén los ojos abiertos, shank. Cualquier cosa que veas fuera de lo normal, me avisas.

 𝐓𝐞 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫𝐞 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 ,𝐍𝐞𝐰𝐭 ♡  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora