chico de 15 años que mató a puñaladas y con golpes de un bate de béisbol a una nena de 8, pasará el resto de su vida en la cárcel. Ayer, un jurado lo halló culpable del crimen. Y como la ley de Florida no le otorga otra alternativa, el juez a cargo del caso deberá condenarlo a prisión perpetua.Joshua Earl Patrick Phillips no tendrá ni siquiera la posibilidad de pedir la libertad condicional. Pero eludirá la pena de muerte, que en Florida sólo puede aplicarse a quienes cometen crímenes cuando son mayores de edad.El chico será condenado por el asesinato de Maddie Clifton, que vivía enfrente de su casa de Jacksonville. La nena desapareció de su casa el 3 de noviembre de 1998 e inmediatamente cientos de vecinos salieron a buscarla.El cadáver de la nena apareció siete días después en la casa de alguien que integraba ese grupo de voluntarios: Joshua Phillips, que en ese momento tenía 14 años. El cuerpo estaba debajo del colchón de agua de la cama del adolescente.El chico fue detenido y dio su versión de lo que había ocurrido. Contó que estaba jugando con Maddie en el patio de su casa, que le pegó un pelotazo en el ojo y la nena empezó a llorar a los gritos.El adolescente dijo que en ese momento entró en pánico por miedo a que su padre lo castigara. Y que, en medio de un gran desesperación, metió a la nena en su dormitorio y la golpeó en la cabeza con un bate. La apuñaló en el pecho y en el cuello y la escondió debajo del colchón.Fue al baño a lavarse y escuchó que la víctima seguía gimiendo. Entonces volvió a apuñalarla. La autopsia reveló que la nena recibió, en total, once puñaladas, nueve en el pecho y dos en el cuello.El cadáver fue hallado en ese mismo lugar, una semana después, por la madre del adolescente, Melissa Phillips. La mujer, aterrorizada, enseguida llamó a la policía.El abogado que defendió al chico durante el juicio, Richard Nichols, intentó demostrar que no se había tratado de un asesinato premeditado y que el pánico que le provocó el accidente del pelotazo en el ojo lo volvió incontrolable, más allá de su voluntad.Para el abogado, el chico fue víctima de una horrible historia como las de Stephen King, el famoso escritor de relatos de horror.El defensor sostuvo durante el juicio que el chico había actuado en una situación emocional límite y que no tuvo intención de matar. Y pugnó para que su defendido fuera condenado por homicido preterintencional, que tiene un pena menor que el asesinato en primer grado.El fiscal Harry Shorstein afirmó que la historia que relató el acusado es inverosímil. No había sangre en la pelota ni en el patio y ni siquiera había tierra en el cuerpo o la ropa de Maddie, aseguró.Y atribuyó el caso a motivos sexuales. Dijo que el cuerpo apareció sin pantalones ni ropa interior y que el adolescente había tenido charlas sobre sexo con la víctima y su hermana.Shorstein descreyó de la teoría del pánico y sostiene que el crimen no merece ningún atenuante. Fue simplemente un brutal asesinato en primer grado, resumió el fiscal.El juicio se hizo en Bartow, a más de 300 kilómetros de Jacksonville. Cuando se leyó el veredicto, el adolescente no hizo ningún gesto. Y los padres de la víctima, Steve y Sheila Clifton lloraron con amargura.El juez del caso, Charles Arnold, todavía no dio a conocer la fecha de la audiencia en la que se conocerá formalmente la sentencia.Será una pena a prisión perpetua, porque la ley de Florida no les da margen a los jueces para aplicar otro criterio. El chico irá a una cárcel de adultos, y por la gravedad del crimen que cometió no podrá salir con libertad condicional cuando cumpla una parte de la condena, explicó finalmente el fiscal.
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Asesinos en Serie * Biografías*
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