La primera vez que Cristian Fernández apareció en los medios de comunicación tenía sólo dos años. La policía se lo encontró, desnudo y sucio, caminando de madrugada por las calles deMiami. El niño se había escapado de la cochambrosa habitación de hotel en la que su abuela llevaba días consumiendo drogas. Tras aquel incidente, Fernández y su madre, Biannela Marie Susana, que por aquel entonces tenía sólo 14 años, pasaron a depender de los servicios sociales de Florida.
La violencia y los abusos sexuales han sido una constante en la vida de Cristian Fernández que ahora, a los 13 años, se ha convertido en el reo más joven de EEUU en espera de juicio y se enfrenta a una pena de cadena perpetua por haber asesinado a golpes a su hermanastro de sólo dos años mientras lo cuidaba el pasado mes de marzo. Además, deberá responder a otro cargo de abuso sexual sobre otro hermanastro, de sólo 5 años.
No es excusa, pero Cristian nunca fue un hijo deseado. De hecho, nació después de que su madre fuese violada por un vecino, que acabó condenado a 10 años de prisión por el abuso. Sin embargo, la restrictiva ley de Florida respecto a los abortos impidió que la menor, entonces una niña de sólo 11 años, pudiese interrumpir el embarazo.
Marcada por este hecho, la tortuosa y difícil vida de Cristian Fernández nunca mejoró. Con apenas tres años fue expulsado de la guardería por bajarle los pantalones a un compañero y simular el acto sexual. Los servicios sociales de Florida investigaron el caso y determinaron que el niño había sufrido algún tipo de abuso. Años después se supo que el responsable había sido un primo suyo.Además, los investigadores del Departamento de Menores constataron que, en esas mismas fechas, Cristian había matado a un gato por el simple hecho de haberle arañado. Decidieron someterle a un tratamiento para tratar de corregir su comportamiento "antisocial y con tendencias criminales", según los informes. Estas medidas parecieron funcionar, al menos temporalmente.
Antes de cumplir los seis años, su madre se casó con Luis Alfonso Galarrago Blanc. Convivieron juntos durante casi cinco años sin graves problemas, pero el matrimonio se rompió de la manera más trágica imaginable: Galarrago Blanc se suicidó delante de los hijos de la pareja después de dar una brutal paliza a Cristian.
Aquel hecho marcó profundamente la ya difícil personalidad del niño que, apenas seis meses después, fue detenido acusado de ser el responsable de la muerte de su hermanastro. Tenía 12 años.
En el caso de Cristian, la fiscalía le acusó de asesinato en primer grado y pidió que se le juzgara como un adulto por la gravedad de su crimen y sus comportamientos antisocialesprevios. El magistrado que lleva su caso aceptó la petición y el menor se encuentra a la espera de un juicio en el que se enfrentará a una más que probable pena de cadena perpetua.
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Asesinos en Serie * Biografías*
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