Mi muñeca en espiral.

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El día de hoy fue especial, casi espectacular, aunque un poco irreal de la forma en que lo voy a redactar.

El tiempo, cuando estoy con ella, pasa de manera distinta. Quizá más lento, quizá más rápido, o quizá simplemente es el latido de mi corazón. Me gusta hablar con ella frente a frente; es diferente. Aunque sigo siendo yo cuando estoy con ella, no siento esa barrera que delimita mi ser. Siento que pueden pasar mil y un horas y solo sentir segundos o escasos minutos. Me gusta llevarle pequeños obsequios, cosas que me ha dicho que le gustan. Quiero hacerla feliz, quiero verla sonreír. Escuchar su voz en persona es distinto; es algo que nunca había sentido. Puedes decir "pero si solo es un simple sonido", pero es el reflejo de ella, de su personalidad, de su carácter, de su forma de ser.

Con la misma voz me cuenta sus historias, y al escucharla decir "¿ya te conté que...?" me lleno de curiosidad por saber. ¿Cómo fue? ¿Cuándo fue? ¿Quiénes fueron? ¿Dónde fue? Todas estas preguntas, aunque casuales, me ayudan a imaginar con detalle los pequeños momentos de su vida. Me agrada saber que poco a poco me integro en su vida, con cada hora, con cada minuto, con cada segundo a su lado. Quiero que estos momentos sean eternos. Quizá estoy exagerando, pero ¿exagerar qué? ¿Lo que siento? ¿Cómo lo siento? ¿Por qué lo siento? Tantas preguntas, y tú eres la respuesta a todas. Contigo quiero descubrir cada una de ellas.

Me gusta soñar con tantos escenarios contigo, momentos divinos, que al despertar me dan la motivación de seguir escribiendo. Escribo tantas cosas y siento aún más, más de lo que puedo llegar a desarrollar en mi cabeza, donde estás todo el día, en cualquier lugar mentalmente conmigo. Un acto tan sencillo ante la gente, como darme tu pulsera en espiral, me hace sentir que no soy cualquiera. Ese objeto, aunque parezca sin valor, por el simple hecho de que tú me lo diste, lo llevo en mi corazón. No te lo voy a negar, me ganó la tentación de mirarla con detenimiento, cada pequeño detalle de uso. Tantas cosas que escucho, tantas cosas en las que te acompaño, no pude evitar apreciar el grato olor que tenía. Perdón por sonar raro, pero siento que así te tengo a mi lado. La pongo en mi muñeca y me siento contigo...

TEXTOS QUE LE ESCRIBÍ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora